Puigdemont y Aragonès también exigen la amnistía
Mantienen una «cumbre» en Waterloo y avisan de que los indultos «no son la solución al conflicto»
Carles Puigdemont y Pere Aragonès se reunieron ayer cara a cara por primera vez en Waterloo (Bélgica) para hablar del futuro de la legislatura del republicano desde que está al mando de la Presidencia de la Generalitat. Un encuentro en el que, entre otros, han exigido amnistía para que el expresident fugado pueda regresar a España. La visita no llegó en un momento cualquiera de la vida política catalana, pues el recién elegido president ha realizado en los últimos días un cambio de estrategia en lo que se refiere a las relaciones con los altos cargos españoles. Y es que ha saludado e intercambiado palabras con Pedro Sánchez, y el Rey Felipe VI.
A pocos días de que se oficialicen los indultos, el president y Puigdemont hablaron de la estrategia secesionista en el futuro y cómo se afrontará la medida de gracia. Ante esto, el expresident expresó que Sánchez se ha visto «abocado» a concederlos, aunque ambos reconocieron que «no son la solución al conflicto». En este sentido, Puigdemont quiso seguir la línea que su partido ha defendido en los últimos meses de conseguir la amnistía para que «no entre nadie nadie más en la cárcel», aunque la aceptación de los indultos por parte del partido del expresident ya supone un cambio. Aragonès, que vio la semana pasada como su líder aceptaba los indultos y rechazaba la vía unilateral, siguió una línea parecida a la del expresident tras la reunión, pero sin ser tan duro.
Esta primera reunión, además, supone un punto de inflexión entre los dos principales partidos secesionistas tras las duras negociaciones para que Aragonès llegase a ser president. En ellas, el republicano llegó a afirmar que no quería ser tutelado por el Consejo de la Republica, entidad liderada por Puigdemont, principal escollo en las negociaciones.
Para Aragonès, la reunión demostró «el reconocimiento institucional a un presidente de la Generalitat» y, además, la voluntad de que no sea la primera vez en la que los dos se vean. Para el actual president, se inició una «nueva relación institucional» entre la Generalitat y Puigdemont mientras este siga fugado de la justicia. Para ambos la reunión tuvo mucha importancia, donde el expresidente quiso defender que todos los eventuales acuerdos deben partir del mutuo reconocimiento y del respeto del rol que cada uno juega. Puigdemont, además, quiso remarcar que la reunión fue un encuentro institucional.