El eje francoalemán después de Merkel
Los líderes de Francia y Alemania se reúnen en la que podría ser la última cena para preparar el Consejo Europeo. Abogan por dialogar con Rusia y Turquía pese a las diferencias
Cuatro presidentes franceses y una sola canciller. Después de Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande, Angela Merkel recibió este viernes en la Cancillería de Berlín a Emmanuel Macron. Se trata del primer mandatario extranjero al que recibe este año la canciller tras la relajación de las medidas sanitarias y una de las últimas ocasiones para que se encuentren cara a cara antes de que, a finales de septiembre, finalice el cuarto y último mandato de Merkel.
Una ocasión que, más allá de cumplir con la costumbre francoalemana de reunirse como preparativo al Consejo Europeo en el que se darán cita los jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas el 24 y 25 de junio, estuvo cargada de simbolismo ante la próxima despedida de la canciller y como colofón a una relación bilateral que vivió un nuevo impulso con la llegada de la alemana. Mucho ha cambiado Europa desde el 22 de enero de 1963. El entonces canciller Konrad Adenauer y el presidente francés Charles De Gaulle firmaron el que pasó a la historia como el Tratado del Elíseo. Un nuevo fundamento de las relaciones bilaterales franco-alemanas que marcó la reconciliación entre los dos países tras la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces, y a amén de una serie de encuentros entre las dos partes, selló una amistad entre dos países anteriormente hostiles, al mismo tiempo que sentó las bases para una estrecha cooperación y una mayor integración europea. La salida de Reino Unido de la Unión Europea o la irrupción de los populismos obligaron a refundar un documento que, aunque recibe el nombre de Tratado de Aquisgrán, muchos ya lo conocen como el Tratado de Elíseo 2.0. Un tratado «necesario» para dar un nuevo impulso a la UE, según reconoció Merkel hace tiempo, y que en breve perderá a uno de sus mayores artífices. Pero hoy, y en la cena que se celebró en la Cancillería, los dos mandatarios evocaron «los proyectos comunes entre Francia y Alemania para permitir el surgimiento de soluciones europeas que garanticen la soberanía tecnológica de Europa».
Ambos llamaron ayer a mantener la «vigilancia» ante las variantes más agresivas de la covid, pese a los avances logrados frente a la pandemia tanto en Alemania como en Francia. «La evolución es alentadora», indicó Merkel, en alusión a la incidencia a la baja consolidada de nuevos contagios, pero la «experiencia de Reino Unido obliga a mantener la vigilancia», añadió. «Estamos observando la evolución de la variante Delta en el Reino Unido. Debemos mantener muy alta la vigilancia para evitar la extensión de estas variantes», coincidió por su parte Macron, quien recordó que su país mantiene las máximas restricciones a los viajeros del Reino Unido.
Amboos abogaron por el diáolgo con Rusia y Turquía pese a las enormes diferencias. «Si Biden y [el presidente ruso, Vladímir] Putin hablan, nosotros también tenemos que hablar», argumentó la canciller, quien añadió que las posiciones enfrentadas solo pueden acomodarse hablando.
Merkel definió como «gran reto» las relaciones de la UE con Putin y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. La UE precisa de Ankara para los conflictos en Siria y Libia, así como para frenar la inmigración y la estabilidad en el Mediterráneo oriental, indicó Merkel. Rusia, por su parte, es clave para la «seguridad y la estabilidad» en el continente europeo.
Macron señaló que es preciso una «actuación común» europea, una «línea europea coherente», solidaria y «responsable» en política exterior, soberana pero coordinada con aliados, que aúne los «valores» y las «preferencias europeas». Sobre a Rusia, agregó que hacen falta «reglas comunes para el contacto» con Moscú.
Durante el último Consejo de Ministros franco-alemán, celebrado el pasado 31 de mayo, Macron rindió un efusivo homenaje a la canciller, hablándole por videoconferencia y saludando su «voluntad de hacer», su «paciencia» con Francia y sus «habilidades para escuchar». Desde entonces, los dos líderes europeos estuvieron presentes el pasado fin de semana en la cumbre del G-7 en Cornualles (Reino Unido) de la que fue anfitrión el primer ministro británico, Boris Johnson, y el lunes en la cumbre de la OTAN en Bruselas.
Merkel y Macron reclaman «máxima vigilancia» ante las mutaciones de la covid en Reino Unido