Suecia aprieta el grupo
Un gol de los suecos desniveló el choque contra Eslovaquia, rivales de España
En el fútbol nada es sencillo pero es evidente que defender es más fácil que atacar. Por eso, casi siempre, los delanteros son más valorados que los defensas. Y entre estos, los que hacen tantos valen más que los otros. Si Sergio Ramos es una leyenda del Real Madrid más que por su habilidad defendiendo, lo es por su gol en Lisboa.
Suecia demostró ante España que podía construir un muro y sacar de quicio a un rival como el entrenado por Luis Enrique, poco experimentado y con demasiadas preguntas cuando tiene que rematar. Pero no necesitó apenas construir para llegar al área de España. Cuando lo hizo fue a la carrera, aprovechando los huecos. Contra las selecciones, en teoría, más poderosas, no hay complejos ni críticas por hacer eso. Pero frente a Eslovaquia, en la segunda jornada del grupo, Suecia estaba obligada a otra cosa: no sólo a marcar, también a fabricar un camino hacia el gol, porque Eslovaquia no le iba a dejar los espacios que sí le dejó una España volcada. Y ahí es cuando se reflejaron las carencias de un equipo que lo fía todo a ser un muro atrás. Mostró sus limitaciones. Tiene a Isak, el delantero de la Real Sociedad, un futbolista muy rápido, habilidoso y que si pasase la pelota cuando debe, sería más peligroso. Y luego tienen los balones al área para buscar el cabezazo de los hombres de arriba. Fue su forma de ir al abordaje en la segunda parte, cuando se vio ya totalmente necesitada, porque otro empate sin goles ya no valía.
Le salió bien el plan, porque en cuanto aceleró el ritmo, colgó balones y buscó a Isak más veces que antes del descanso superó a una Eslovaquia sin sangre hasta los minutos finale. La victoria ante Polonia en el primer choque del grupo de España dio un colchón a los eslovacos, pero ahora ya puede no ser suficiente. El empate era un resultado goloso, porque ponía a Eslovaquia con cuatro puntos en la última jornada, lo que le aseguraba casi la clasificación al menos como uno de los terceros. Ahora, todo indica que va a tener que sacar algo positivo contra España, a priori, para los eslovacos, el choque más duro de los tres.
Eslovaquia quiso jugar a controlar sin arriesgar, a evitar con la pelota la furia sueca. Se pasó con el ritmo y cierta complacencia. Le sirvió al principio, ante un rival que no tiene muchas virtudes en ataque, pero no aguantaron el tramo en que los suecos fueron a vida o muerte. Después, con el tanto en contra y con el tiempo también en contra, intentaron, llevados por la desesperación, hacer daño al rival. Pero marcar un gol a Suecia es un trabajo que exige tesón, paciencia y un delantero con la fortuna de cara. Nada de eso tiene Eslovaquia.
No fueron los remates de cabeza con los que se lució el portero eslovaco los que le dieron la victoria. Pero sí fue a través de ellos como Suecia se metió en un partido para el que no encontraba el método. Isak corre y Forsberg tiene que hacer jugar al resto. Los demás son de empujón y fuerza. Isak sí dejó los detalles que hacen de él uno de los de los delanteros más cotizados de Europa, pero Forsberg sólo fue determinante a la hora de marcar el penalti. Ya jugaba Suecia de manera directa y muy cerca del área rival. Dubravka midió mal la salida y forzó el penalti del gol. En el grupo de España se jugará todo en el último partido.