Biden y McCarthy dan un empuje a las negociaciones sobre la deuda
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Dicen que a la tercera va la vencida pero, aunque el optimismo haya aumentado en las últimas horas, al cierre de esta edición, la Casa Blanca todavía estaba lejos de alcanzar alcanzar un acuerdo con el Congreso para ampliar el límite de la deuda con la que Estados Unidos cuenta para hacer frente a sus gastos, entre ellos el sueldo de casi 8 millones y medio de funcionarios. A falta de ocho días exactos para que el próximo 1 de junio concluya el plazo otorgado por el Departamento del Tesoro para alcanzar ese límite del techo de la deuda, el «speaker» del Congreso, el republicano Kevin McCarthy, anunció ayer -tras una conversación telefónica entre ambos- su tercera reunión presencial en menos de un mes con Joe Biden. El presidente estadounidense, recién llegado de su viaje oficial de Japón enmarcado en la Cumbre del G-7, decidió recortar su visita asiática para regresar a Washington a tiempo y poder continuar con las estancadas negociaciones sobre la ampliación del techo de la deuda.
«No puedo garantizar que no forzarán un incumplimiento haciendo algo escandaloso», reconoció Biden desde Tokio este fin de semana, en alusión a sus rivales republicanos del Congreso, que insisten en recortar el gasto federal de su Administración como moneda de cambio para alcanzar un acuerdo y ampliar el límite de la deuda. Un escenario «catastrófico», según el Departamento del Tesoro estadounidense que, de producirse, traería graves consecuencias para los mercados a nivel global al desencadenar una crisis financiera que podría extenderse al resto del mundo.
«Creo que tenemos la autoridad», declaró el presidente durante durante una rueda de prensa en Hiroshima. «La pregunta es si se podría hacer e invocar a tiempo», añadió en referencia a cuestionar la constitucionalidad del límite de endeudamiento de su país, a pesar de que tal desafío, para el líder demócrata, pudiera no garantizar con éxito ni evitar el incumplimiento de la deuda federal si los legisladores del Congreso no elevan ese límite lo antes posible.
Una vez se resuelva la crisis actual, el presidente demócrata agregó que espera «encontrar una justificación y llevarla a los tribunales», con la finalidad de decidir si el límite de la deuda de Estados Unidos, de 31,4 billones de dólares, viola la cláusula de la Enmienda 14 de la Constitución, que estipula que el Gobierno debe pagar sus deudas a tiempo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, confirmó el domingo que sus proyecciones del 1 de junio, fecha en la que pronostica que Estados Unidos se quedaría sin efectivo para pagar sus facturas, «no habían cambiado». Se espera que el Departamento del Tesoro informe de nuevo esta semana al Congreso sobre el saldo del que dispone el Gobierno para hacer frente a sus gastos. Alcanzar la fecha límite y, con ello, la necesidad de ampliar la cantidad destinada a los gastos para evitar el incumplimiento del pago de la deuda de la nación, es un problema al que se han enfrentado durante décadas ambas formaciones políticas, tanto demócratas como republicanos, teniendo en cuenta que el Gobierno estadounidense gasta más de lo que ingresa.
Los republicanos utilizan su ligera mayoría en la Cámara Baja para imponer como condición un recorte de los gastos que la actual Administración demócrata tiene previsto como requisitos laborales para programas de beneficios públicos y otras medidas sociales. «Es muy difícil sacarlos de esa jerga de gastos a la que son adictos», reaccionó ayer McCarthy desde el Capitolio.
Las negociaciones previas al tercer encuentro tuvieron lugar con el equipo de Biden durante todo el fin de semana en la sede del Poder Legislativo, sin poder alcanzar a pesar de todo un acuerdo. Dos horas y media de conversación a puerta cerrada el domingo no fueron suficientes para que demócratas y republicanos lograran acercar posturas. Biden y McCarthy, representantes de posturas muy alejadas en temas clave a los que destinar el gasto federal, tratan de negociar a contra reloj un paquete fiscal que impida el incumplimiento del pago de la deuda.
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