El apoyo del candidato nacionalista allana la reelección de Erdogan
► Sinan Ogan, que logró el 5,2% en primera vuelta, pide votar al presidente el domingo
El ultranacionalista Sinan Ogan, tercer candidato en las presidenciales del 14 de mayo –en las que su plataforma obtuvo algo menos del 5,2% de los votos–, deshojó ayer definitivamente la margarita para manifestar su apoyo a Recep Tayyip Erdogan en la segunda vuelta de este domingo, en la que el presidente turco se medirá contra el líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), el socialdemócrata Kemal Kilicdaroglu.
La decisión de Ogan, candidato de una amalgama de partidos conservadores denominada Alianza Ancestral y antiguo aliado del presidente, allana el camino a Erdogan, que, salvo sorpresa, se garantiza así la reelección como jefe del Estado turco durante cinco años más. El líder del islamista AKP se impuso a sus rivales con el 49,5% de los votos en la primera vuelta, aunque le faltaron algo más de cuatro décimas para haberse asegurado la presidencia.
Ogan, de 55 años, de origen azerbaiyano y formación y ejercicio académico, ya había dejado entrever su simpatía por la candidatura de Erdogan al expresar su deseo por sacar a los dos principales partidos kurdos de «la ecuación política» turca y advertir a «quienes no se distancien del terrorismo» de que no pidieran su voto. «Declaro que apoyaremos al candidato de la Alianza del Pueblo Recep Tayyip Erdogan en la segunda vuelta», afirmó Ogan en una rueda de prensa celebrada en Ankara. Con todo, se espera que la formación en que milita Ogan, el Partido de la Victoria, exprese de manera independiente su posición ante la segunda vuelta, para la que faltan apenas seis días.
Ogan, candidato relativamente desconocido para el gran público –salvo por sus posiciones contrarias a la inmigración en Turquía–, justificó su apoyo por el actual presidente en segunda vuelta en el «fracaso» de la Alianza Nacional de Kiliçdaroglu «a la hora de convencernos sobre el futuro» y en la decisión de «luchar sin descanso contra el terrorismo».
El líder del ultraderechista Partido de la Victoria se felicitó ayer de que el nacionalismo turco se haya convertido «en actor clave» de la vida política nacional. Precisamente, el protagonismo de la cuestión nacionalista en el debate ha empujado al propio Kiliçdaroglu a endurecer en sus alocuciones públicas de los últimos días el discurso contra la inmigración, en particular la siria –llegó a anunciar la expulsión de 10 millones de refugiados si es presidente–, con tal de arañar votos en la recta final de la segunda vuelta. Entre la heterogénea comunidad kurda, que supone entre el 15% y el 20% de la población, el pro kurdo y socialdemócrata Partido Democrático de los Pueblos (HDP) apoyará a Kiliçdaroglu, mientras que el kurdo e islamista Huda-Par hará lo propio con Erdogan.
En primera vuelta, el líder del AKP y la plataforma electoral Alianza del Pueblo obtuvo exactamente el 49,52% de los votos en una convocatoria con participación récord (casi el 90%). Menos de medio punto porcentual le habría bastado al presidente actual para haber superado la mitad de los votos y haber revalidado directamente el cargo. El principal líder de la oposición, el kemalista y socialdemócrata Kiliçdaroglu, al que varias encuestas situaban por delante de Erdogan, rozó el 45%.
Dos semanas después de la celebración de la doble convocatoria de las presidenciales y legislativas –donde la Alianza del Pueblo obtuvo una cómoda victoria, 320 escaños sobre 600–, los ciudadanos turcos tendrán la opción de volver a votar para elegir definitivamente al jefe del Estado en la que los expertos han definido insistentemente como los comicios más decisivos de la historia contemporánea del país.
El socialdemócrata Kiliçdaroglu ha endurecido su discurso contra los refugiados sirios