Desmantelada la mayor red de producción del ‘top manta’
Detenidas 15 personas y 18 imputados en el golpe a un entramado que operaba con una empresa para abastecer a la venta ambulante
A los agentes de la unidad de vigilancia aduanera del puerto de Barcelona les llamó la atención que con el paso del tiempo aquel transportista cada vez se llevara más artículos. Y más artículos. Y más artículos. Todos ellos eran prendas de ropa sin marca, sin un logotipo ni anagrama que los identificara. La investigación inicial dirigida contra este trabajador vinculado con el puerto desembocó en el descabezamiento de la mayor red de producción y distribución de artículos falsificados que se ha hecho nunca por la Guardia Urbana de Barcelona y las policías locales de ciudades del área metropolitana como l’Hospitalet, Badalona y Mataró. “Lo más destacado del operativo es que hemos dado un golpe a un centro de producción”, relató ayer el intendente de la Guardia Urbana, Joan Rodríguez. La investigación duró diez meses y culminó el 24 de noviembre con la detención de quince personas y la imputación de otras dieciocho. La operación se hizo de abajo arriba y permitió intervenir 132.000 artículos que se iban a vender en el top
manta y que tenían un valor en el mercado de 5 millones de euros.
Las autoridades empezaron a seguir los pasos de los vendedores ambulantes, que eran el último eslabón de la cadena de producción. “Ellos venden el producto, pero no tienen participación en el entramado”, dijo el intendente. La policía vio cómo se abastecían y dónde reponían los artículos que exponían en la calle. Encontraron pisos regentados en su mayoría por personas de nacionalidad marroquí que utilizaban a modo de almacén de productos falsificados. Pero aún quedaba saber quién los fabricaba. Esto, según la policía, fue lo que más les costó, hasta que dieron con la cúpula. La investigación cerró el círculo con la misma persona de la que se sospechó al principio: el transportista. Él era el cabecilla de la superestructura que gestionaba como una empresa desde su domicilio en Òrrius, en el Maresme. En la cumbre del entramado también se halló a ocho personas catalanas que colaboraban en la fabricación de las prendas.
La mercancía falsificada se fabricaba bajo pedido del distribuidor con un alto grado de especialización y con una gran fidelidad respecto al producto original. Para lograrlo contaban con máquinas industriales y planchas de imprenta en las que fabricaban las insignias de las marcas, las bordaban y estampaban en las prendas de ropa que habían entrado en el puerto superando los controles, ya que se trataba de ropa de marca blanca. En el operativo se requisaron 32 máquinas industriales por valor de 200.000 euros que eran capaces de crear estampaciones a gran escala. “En una hora podía estampar hasta cien prendas falsificadas”.
La red desarticulada contaba con la connivencia de una antigua imprenta, talleres de producción textil y comercios, todos ellos con una actividad legal, pero que en la trastienda escondían la actividad paralela de la fabricación de las prendas para abastecer al top manta.
El intendente Rodríguez apuntó que la desarticulación de esta red “supone un salto cualitativo” en la persecución de la venta ambulante tanto por la cantidad como por la calidad. Los productos intervenidos plagiaban fielmente marcas como Tommy Hilfigher, G-Star, Lacoste, Ralph Lauren o Napapijri.
El desmantelamiento de la red
En la operación se han intervenido 132.000 artículos que podían haber alcanzado un valor de cinco millones
confirma el cambio de tendencia observado en los proveedores de los vendedores ambulantes, que prefieren producir los artículos directamente en Catalunya y evitar así pasar por la aduana del puerto, según detalló el jefe de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, Francisco Javier Martín.
La operación va en la línea mantenida por el Ayuntamiento de Barcelona de que, para atajar el fenómeno, deben atacarse los puntos de producción. “Lo importante es ir a desmantelar las redes. En eso, tenemos especial interés”, dijo el comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens. Las autoridades confían en que con este golpe la venta ambulante se resentirá durante la campaña de Navidad. “Seguiremos trabajando, pero ahora hay 135.000 artículos menos en el mercado”, se felicitó el intendente de la Guardia Urbana.