Asalto o diálogo
Tensa espera mientras miles de antidisturbios toman posiciones en Kíev
Un grupo de gigantones vestidos con petos rojos esperaba ayer junto a una de las empalizadas del centro de Kíev. Son veteranos de Afganistán, como se leía en sus anchas espaldas, dispuestos a defender la plaza de la Independencia, conocida como Maidán, de lo que a última hora de ayer parecía una inminente intervención de las fuerzas antidisturbios, los temidos Berkut. Miles de estos policías de asalto tomaron ayer posiciones frente al eurocampamento que desde hace tres sema- nas pide la dimisión del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, por no firmar un pacto de asociación y libre comercio con la Unión Europea.
También rodearon las barricadas con las que los manifestantes han bloqueado el acceso a edificios oficiales, como la sede del Gobierno y la administración presidencial. Así que, como temían muchos activistas, cuando el lector lea esta crónica tal vez la última crisis en la ex república soviética de Ucrania haya terminado de forma violenta. O tal vez no, porque ayer también el presidente Yanukóvich admitió como aceptable una propuesta para organizar una mesa de diálogo.
Todo está en el aire menos que los manifestantes van a actuar de forma pacífica, sostenía Vladímir Primochenko, el jefe de los veteranos de Afganistán. “Eso es seguro, nosotros defenderemos el sitio y a la gente que está aquí, pero no usaremos la violencia”, aseguraba en medio de una multitud que ayer podría llegar a las 10.000 personas después de que el domingo se reunieron varios centenares de miles.
Primochenko, de 48 años, era más optimista que muchos manifestantes y creía que los Berkut que se han colocado enfrente de ellos con escudos de hierro no les desalojarán a palos. Ayer se cumplía el ultimátum de la policía pa- ra despejar las entradas a los edificios gubernamentales.
Las fuerzas antidisturbios desmontaron ayer por la tarde las dos barricadas levantadas entre la sede del Gobierno y la Rada Suprema (Parlamento). “Estábamos concentrados pacíficamente delante del edificio del Gobierno
F I N D E L B L O Q U E O Antidisturbios retiran las barricadas del edificio del Gobierno y el Parlamento
cuando comenzaron a llegar y se colocaron delante de nosotros. Luego han empezado a avanzar y tuvimos que retroceder hasta la calle Jreschátik. No ha habido violencia, simplemente nos han ido empujando”, explicaba Roland Andrush, un veterinario de 42 años que vino hace una semana de la ciudad de Donetsk.
La tensión subió de grados ya por la mañana, cuando las autoridades cerraron las estaciones del metro de la calle Jreschátik y la Maidán. El centro comercial Globus, en la misma plaza, también corrió sus rejas, y todas las cafeterías, bares y restaurantes fueron pidiendo amablemente a sus clientes que rebañasen el plato. “Vamos a cerrar por lo que pueda pasar”, anunció un camarero interrumpiendo el frugal almuerzo de los informadores.
Yanukóvich, acogió bien la propuesta que hizo uno de sus antecesores, el primer presidente tras
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U N A S A L I D A Yanukóvich acepta la mesa de diálogo que propone el expresidente Kravchuk