Rajoy admite que el caso Rato afecta al PP por el especial vínculo al partido
El presidente exhibe sus resultados contra el fraude para contrarrestar el escándalo
No dejar que el caso Rato eche al traste el intenso trabajo que el PP tiene previsto para remontar las encuestas en las elecciones de mayo. Es el objetivo de la dirección del PP, y el presidente del Gobierno sabía que no podía pasar por el escándalo levantado respecto al que fuera en época de José María Aznar una de las principales figuras del PP, sin hablar de él, por mucho que el viernes la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tuvieran que dar explicaciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque no convencieran a la oposición.
Entonar el mea culpa en uno de los dos mítines que Rajoy tenía previstos ayer, uno en Murcia y otro en Benidorm (Alicante), era demasiado duro, porque era ha- cerlo delante de su electorado, el que adoraba a Rato, y que podía reaccionar de cualquier manera, y ninguna de ella favorecía los intereses del PP. Si aplaudía a Rato malo, pero si le denigraba, con silbidos, pitidos o incluso insultos, podía ser un escarnio para el que parte del PP no está preparado y del que acusarían a Rajoy.
Así que el presidente del Gobierno aprovechó una parada en el camino, que fue una visita al Centro de la Fundación Síndrome de Down de Murcia, antes de su mitin de ayer por la mañana, y sin que fuera necesario pararle, ni preguntarle, fue directamente al grano. Ni circunloquios ni eufemismos. Se acercó a los periodis- tas congregados a la entrada del centro y habló: “Hago una parada para exponer mi posición sobre el señor Rato”.
Lo que dijo no añadió mucho a lo que ya el viernes dijeron Montoro y Santamaría: que el procedimiento que se sigue contra el ex vicepresidente no tiene “absolutamente nada que ver” con la am- nistía, sino con “actuaciones normales de la Agencia Tributaria”, y que el Gobierno está “a lo que diga ésta, la Fiscalía y la Justicia”.
Pero sí reconoció lo que todos los dirigentes del partido admitían en privado pero negaban en público, que el escándalo de Rodrigo Rato, con detención incluida, afecta y mucho al PP, inmerso en una campaña electoral, a la que no ayuda el comportamiento del que fuera uno de sus dirigentes. “Como a cualquier español no nos gusta que se produzcan este tipo de acontecimientos y ojalá jamás se vuelvan a producir en el futuro”.
Eso como declaración general, para añadir que “en el caso del PP nos afecta especialmente porque Rodrigo Rato ha sido durante muchos años uno de los activos
EL LAMENTO “Rodrigo Rato ha sido uno de los activos más importantes de nuestro partido”
más importantes de nuestro partido”.
Un reconocimiento al que no está muy acostumbrado el PP, pero sobre el que Mariano Rajoy no quiso profundizar. Por eso, cuando fue preguntado por cómo le había afectado personalmente que una de las personas con las que ha trabajado tantos años se vea involucrado en una investigación por fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, no quiso responder, porque no se trata de cuestiones personales: “Soy el presidente del Gobierno”, y como tal, vino a decir, y no como persona, tiene que afrontar las graves acusaciones que pesan sobre un exvicepresidente.
Como presidente del Gobierno sacó pecho de la lucha contra el fraude, que ha hecho aflorar más de 100.000 millones de euros “que antes eran bases imponibles desconocidas, y por tanto no pagaban impuestos”. Un dato con el intenta contrarrestar el golpe del caso Rato. Rajoy también garantizó que la Agencia Tributaria, La Justicia y la Fiscalía son y serán “independientes, imparciales, tratan igual a todos los españoles, y todos los españoles debemos acatar lo que digan los tribunales”.
UN CASO ALMARGEN El presidente asegura que el caso de Rato no tiene nada que ver con la amnistía fiscal