Pedro Sánchez da por perdido a un PP incapaz de regenerarse
El secretario general del PSOE insiste en que Rajoy “es un fraude”
El secretario general del PSOE está decidido a exprimir el caso Rodrigo Rato hasta la última gota. “El PP es incapaz de regenerar la vida democrática porque ha sido incapaz de regenerarse a sí mismo”. Pedro Sánchez intervino ayer en un acto en el distrito popular de Nou Barris de Barcelona en apoyo a la candidatura de Jaume Collboni en Barcelona y allí volvió a pedir la dimisión de Cristóbal Montoro: “Debe abandonar el Ministerio de Hacienda, por decencia política”.
El líder del PSOE volvió a la carga con la idea en la que viene insistiendo en los últimos días: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy “es un fraude”. Un fraude que se concreta en la promesa incumplida de “bajar los impuestos y no lo ha hecho, un fraude porque su partido se ha financiado irregularmente durante más de veinte años, y un fraude porque ha utilizado las instituciones del Estado para que sus amigos no paguen impuestos”.
Por todo ello, el secretario general del PSOE instó al Gobierno a comparecer en el Congreso para dar explicaciones de los últimos acontecimientos y recordó que el Partido Popular sí ha dado su apoyo a una comisión de investigación en el Parlament de Catalunya a raíz del caso Pujol, pero precisó que en el Congreso se ha opuesto a que se abra una comisión de investigación para indagar en casos como el de Rodrigo Rato.
Sánchez contrapuso el mal paso del PP a su partido, que, aseguró, ahora “es ejemplar”. “Yo soy un político limpio, doy la cara y rindo cuentas”. “Si alguien quiere ver las cuentas claras del PSOE sólo tiene que entrar en nuestra web. Si queréis saber algo de las cuentas del PP ya sabéis: hay que ir a Suiza o preguntárselo a Bárcenas”.
Esta y otras frases propiciaron el encendido aplauso –Nou Barris es el único distrito de Barcelona en el que el PSC fue el más votado el 2011– de un público entregado a su joven líder, pero que cuando le escuchaba parecía más interesado en jalear las andanadas contra el Partido Popular de Mariano Rajoy que los argumentos constructivos, que también los hubo, del líder socialista.
En su intervención el secretario general del PSOE prometió muchas cosas. Aseguró que liquidará el copago sanitario, que se aplica en las comunidades de Catalunya y en Madrid; que subirá las pensiones; que piensa derogar la reforma laboral aprobada por el PP –ahí también hubo aplausos–; la ley de seguridad ciudadana (conocida popularmente como la ley mordaza), y que emprenderá la reforma federal de España para “resolver el conflicto territorial”.
En el terreno de las promesas también aseguró que dará apoyo a la propuesta del candidato barcelonés de volver a traer instituciones del Estado a Barcelona –la capital catalana fue por algún tiempo la sede de la Comisión Nacional de las Telecomunicaciones hasta que el PP la desmanteló–, aunque no llegó a dar por buena la propuesta maragallista que meses atrás resucitó Jaume Collboni: instalar el Senado en la capital catalana.
Tras las arengas de Pedro Sánchez, el propio Collboni y Carmen Andrés –la número dos de la candidatura de Barcelona–, los oradores se sometieron al nuevo formato de los mítines socialistas, la asamblea abierta, en la que el público puede participar y hacer preguntas –algunas, por cierto, poco afortunadas–. El método no pareció interesar mucho a los simpatizantes de Nou Barris, porque a medida que se acercaba el mediodía fueron dejando cada vez más sillas vacías en el polideportivo.
El líder socialista promete ubicar instituciones del Estado en Barcelona como le pidió Collboni