El derrame continúa
La mancha de fuel del pesquero ruso abarca ya 70 kilómetros al sur de Gran Canaria, dice Greenpeace
La mancha de fuel provocada por el pesquero ruso Oleg Naidiónov abarca unos 70 kilómetros de mar al sur de Gran Canaria y el derrame continúa, según constató ayer Greenpeace tras sobrevolar la zona. Hasta el martes, una semana después del hundimiento, no accederá un robot sub- marino al barco, a 2.400 metros de profundidad, para analizar su estado y la posibilidad de extraer el combustible que queda en su tanque. El aparato ha sido contratado a la empresa noruega Otech, que opera en el puerto de Las Palmas. La única buena noticia es que el crudo sigue alejándose de la costa empujado por vientos de 25 nudos, si bien esta circunstancia y olas de más de dos metros impiden su recogida. Por ahora, las labores se dirigen a dispersar la manchas del combustible más ligero, según indicó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio González-Pomar, que presidió en la capital grancanaria la reunión del comité que coordina el operativo. El Ministerio de Fomento no prevé utilizar en esta emergencia disolventes químicos “bajo ningún concepto”, dijo, para no causar mayores daños medioambientales.
Pese a que la mancha de fuel se aleja de Canarias, existe una gran preocupación en el sector turístico por el daño a la imagen del destino. Los representantes empresariales del sector y responsables de algunas de las principales cadenas hoteleras del sur de Gran Canaria afirman que el eco mediático que ha generado la noticia perjudica a Maspalomas, frente a cuyas costas se hundió el barco. Este es el enclave turístico con mayor número de camas del archipiélago, con 110.000, y que acoge a más de tres millones de turistas al año, el 85% del total que llega a la isla.
El presidente de la patronal turística de Las Palmas (Feht), Fernando Fraile, se muestra preocupado aunque asegura que por el momento no se han producido cancelaciones. Sí que se están produciendo “presiones” por parte de los turoperadores para bajar precios con la excusa de que el petróleo está desanimando a los turistas, según señalan desde las cadenas hoteleras, que no han querido aparecer con su nombre para que no las identifique con palabras como petróleo o derrame ante una hipotética búsqueda
Hasta el martes no accederá un robot submarino al barco para analizar si puede extraerse combustible
en internet.
Por ahora, las principales víctimas de este derrame de fuel son la flora y la fauna marina. Por ahora son dos las tortugas bobas (en peligro de extinción) halladas impregnadas de combustible –la última se encontró el viernes a cinco millas de la costa–, pero, según la bióloga marina de la Universidad de La Laguna Natacha Aguilar, tiene que haber más ejemplares y especies afectadas aunque no se hayan encontrado. El momento en el que ha ocurrido el vertido es especialmente delicado en esta zona porque coincide con la época de migración de los cetáceos hacia el norte.
Además, ahora es cuando está llegando a Canarias la pardela cenicienta, entre otras especies de aves, que llegan de África a reproducirse. “El riesgo es elevado por- que alimentan a sus crías de lo que cogen en el mar. Pueden colocarse sobre la mancha y quedarse atrapadas”, indica el presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en Canarias, Vidal Martín. Demanda a las autoridades una actitud proactiva, que pase por la búsqueda y recogida de animales afectados en la zona del vertido. “Han pasado varios días y esto va en contra de la supervivencia de los animales”, indica.
Canarias no ha podido evitar finalmente un vertido de crudo. Después de años de lucha contra las prospecciones petrolíferas de Repsol, ha sido el hundimiento de un pesquero el que ha provocado un derrame de fuel. Lo ocurrido y el hecho de que Canarias sea corredor de paso de grandes barcos y petroleros obliga a fijar protocolos de actuación y planes de emergencia para evitar catástrofes mayores en el futuro.