“España sale de la crisis con tarjeta negra”
Enric Juliana, periodista ,publica ‘Tarjeta negra ’
El periodista Enric Juliana, director adjunto y delegado en Madrid de La Vanguardia, acaba de recopilar en Tarjeta negra. 80 días que convulsionaron la política española (RBA) las crónicas de otoño en la edición digital del diario, creando un libro singular y en singular: la crónica de un periodo apasionante de la política española, desde la Diada del 2014 (cientos de miles de personas formando una V en Barcelona) hasta la consulta del 9-N, con más de dos millones votando qué relación prefiere entre Catalunya y España. Mientras tanto, en Madrid...
¡Tarjeta negra para Rodrigo Rato, detenido esta semana! La detención de Rodrigo Rato viene a ser el epílogo de Tarjeta negra. Septiembre fue el mes de los nuevos deseos de soberanía: el gigantesco Onze de Setembre catalán y el referéndum de Escocia. Octubre es el mes en que se oye un crujido muy fuerte en la sociedad española. El hartazgo por los escándalos y el deterioro del sistema rebasan todos los límites y la sociedad se plantea un castigo general al orden establecido. Sorpresivamente, Podemos se coloca delante en las encuestas. Noviembre fue el mes de la consulta más o menos tolerada en Catalunya –contra el criterio de los miembros del Gobierno central que abogaban por la confiscación de urnas y papeletas– y de los primeros intentos desde el poder de tomar consciencia de la gravedad del momento. La detención de Rato confirma la profundidad del deterioro del cuadro político español. Puede interpretarse como un intento del Gobierno de reabsorber el malestar, señalando como víctima sacrificial a uno de los hombres más importantes del periodo aznarista. El hombre que reconfiguró la nomenclatura económica española tras las privatizaciones de 1996-2000. El hombre de la liberalización del suelo. El gran animador del festín inmobiliario. El hombre que pudo ser presidente. Se está actuando contra un símbolo del PP. ¿Gran operación lampedusiana? No lo sé. Sólo faltan 40 días para las municipales y autonómicas. Creo que, a corto plazo, esa actuación deteriora aún más al partido gobernante en España.
Si la tarjeta roja es expulsión, ¿qué es la negra?
...cambio de reglamento.
¿Incide la exigencia de tarjeta negra en el proceso catalán? De alguna manera, sí. El 9/XI da las primeras cifras. En Catalunya, el “derecho a decidir” ha sido un gran coagulador del malestar social. La bandera del Vo- lem votar es la bandera de mucha gente indignada, de la gente que quiere que ocurra algo. Contestación en positivo. Fijémonos en el 9 de noviembre: si sólo hubieran acudido a votar los favorables a la independencia hubiera habido una participación de 1,8 millones. De antemano, una participación por debajo de 2 millones era un fracaso. De modo que quienes facilitan el éxito de la jornada son quienes deciden participar sin votar sí-sí. Encuentro a faltar esta lectura en las hojas de ruta y en las cartas astrales que ahora se dibujan.
¿Pablo Iglesias: suflé o alfil? Podemos es un síntoma, inteligentemente dirigido. Ha conseguido situar en el discurso público la idea de que algo profundo debe cambiar y ha empujado a los demás partidos a modificar su lenguaje corporal y verbal. Ha asentado la idea de que nuevos partidos son posibles. Por el túnel excavado por Podemos se mueve Ciudadanos. Veremos qué ocurre en las elecciones de mayo. Mi impresión es que el planteamiento más ambicioso de Podemos, moverse desde la extrema izquierda hacia el centro, tiene serias dificultades de realización.
¿No le parece que Podemos expresa también un malestar derivado de la masificación de los títulos universitarios? Hay un cambio generacional. Hay una crisis generacional: los nacidos después de 1974 con derecho a voto suman en estos momentos 12,3 millones de personas, sobre un total de 35,3 millones de electores. Evidentemente, una generación no es un bloque político monolítico. Otro dato: el 41% de la población española de entre 25 y 34 años tiene titulación superior. Un verdadero récord y un problema, puesto que no hay suficientes ofertas de trabajo para ese nivel de cualificación...
¿Qué ve el día después del 27 de septiembre catalán? Hay que leer primero las municipales de mayo. Hay que ver qué ocurre en la ciudad de Barcelona. Creo altamente probable una mayoría soberanista en el próximo Parlament de Catalunya. No sé si esa mayoría la podrán garantizar CiU y ERC.
¿El suflé ha bajado? Un movimiento cívico tan fuerte como el que se ha manifestado en los últimos años no se deshace tan fácilmente. Hay una cierta mayoría soberanista; no una contundente mayoría. ¿El soberanismo
“¿Qué es ‘tarjeta negra’? Señal de indignación y exigencia de cambio” “Los no independentistas salvaron con su voto la solvencia del 9-N”
sigue coagulando todos los sentimientos de protesta? Me da la impresión que se está produciendo una mayor diversificación.
¿Domina en el PP un cierto nihilismo, casi un deseo de que gane ERC? En el PP ha acabado imponiéndose la línea que sostiene que es mejor embarrar el campo catalán, que buscar soluciones a corto plazo; soluciones que seguramente serían inaceptables para muchos electores de la derecha española. Se han impuesto quienes creen que el movimiento de protesta catalán acabará atrapado por sus propias contradicciones.
¿No es grave que en el catálogo de soluciones del PP no exista ninguna para Catalunya? Hay quien cree, en Madrid y, por supuesto, en Barcelona, que el presidente del Gobierno tenía que haber sido mucho más proactivo con Catalunya. Se ha optado por la espera, la contención y el encharcamiento. Se ha optado por mantener viva la tensión, que, a su vez, también ofrece un incentivo electoral al PP en el resto de España. Veamos qué nos dicen las elecciones municipales.