Sabor mozartiano
Kristian Bezuidenhout
Lugar y fecha: Petit Palau (14 y 15/IV/2015) Seamos honestos: las sonatas para piano de Mozart no revisten las dificultades técnicas de compositores que preceden o siguen al salzburgués en el terreno del teclado. La dificultad en estas obras de Mozart, que el Palau de la Música nos ha brindado en su versión integral a lo largo de dos temporadas, radi- ca más bien en la interpretación. Entendámonos, en el matiz expresivo, en el dibujo de la frase, en la exposición de un tema, en la resolución del bajo Alberti, los contrastes dinámicos y el equilibrio entre humor y drama que rezuman los pentagramas mozartianos.
Kristian Bezuidenhout traduce, con su fortepiano (copia de un Stein del siglo XVIII), toda la versatilidad y todas las gamas de las sonatas de Mozart. El dominio técnico ante el instrumento le permite irisar sonoridades y colores, texturas y tempi con resultados extraordinarios. El primero de los dos días cometió algunos errores (y eso que toca ante la partitura), mientras que la segunda velada fue sencillamente inolvidable. El músico sudafricano, que está presentando sus grabaciones de estas obras, se apodera de Mozart, lo reviste de savia nueva y lo ofrece con toda su complejidad, revestida con la máxima flexibilidad y espontaneidad. Sólo así consigue que obras que podrían resultar monótonas si no se leen entre líneas tengan el regusto genuino del músico salzburgués. Sólo así nos damos cuenta de que Mozart hace pequeñas obras maestras en todos y cada uno de sus compases, empapados de cambios de tonalidad, de inflexiones y profundidad. Gracias, Kristian, ¡vuelva cuando quiera, será bien recibido!