Djokovic aplica su ley ante Nadal
El número uno del mundo, que superó en dos sets al español, disputará la final contra Tomas Berdych
El Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó empezará mañana el cuadro principal con un día más de descanso para Rafael Nadal, que no pudo superar a Novak Djokovic en la semifinal del Masters de Montecarlo disputada ayer. El serbio, impecable en el aspecto físico y mental, venció al balear por un doble 6-3 en 1 hora y 37 minutos, un triunfo claro y sin paliativos para el mejor jugador de la actualidad, que supo esperar sus oportunidades para sentenciar.
Puestos a ser positivos, Nadal plantó cara a Djokovic. El balear se avanzó por 0-2 en el primer set y tuvo una pelota de 0-3, y luego dispuso de tres bolas de 4-3 en la segunda manga. En ningún caso se puede decir que controlara el partido, pero sí que jugaba de tú a tú contra el número uno del mundo, que esta tarde tendrá la oportunidad de encadenar el tercer Masters seguido tras los de Indian Wells y Miami. ¿Qué pasó para que Nadal no avanzara en su objetivo? Primero, sin duda, la calidad del rival, que se defendió con la inteligencia que posee y la seguridad que da tanto tiempo al frente de la ATP. Segundo, la precipitación del manacorense, que no supo jugar algunos puntos importantes, en parte por precipitación, en parte por su desgaste físico, mucho mayor que el del serbio. Este se enfrentará ahora al checo Berdych, que disputará esta tarde su primera final tras superar claramente a Monfils, y al que ha ganado en los últimos cinco enfrentamientos directos para un balance final demoledor: 18-2.
Sacar conclusiones de lo sucedido ayer en la pista central de Montecarlo parece precipitado, aunque sí se puede afirmar que difícilmente saldrá Nadal favorito en Roland Garros. La distancia que separa ahora al número uno de su gran enemigo, que todavía domina los enfrentamientos directos por 23-20, es muy grande en este momento, demasiado para pensar que el balear tenga opciones serias en un Grand Slam que se disputa a cinco sets.
El gran reto de Nadal es, sin duda, recuperar su mejor versión en el mes escaso que falta para el inicio de la cita parisina. Un objetivo complejo para un jugador en declive desde el mes de julio del año pasado y que no está en condiciones de repetir el milagro del 2013, cuando resurgió con diez tí- tulos después de un 2012 decepcionante. Pero la historia actual es distinta. El manacorense tiene dos años más y no es tan sencillo volver a sentir en la raqueta las mejores sensaciones cuando se ha estado tanto tiempo sin competir. En este sentido, es evidente que Nadal y su tío tienen mucho trabajo por delante porque a pesar de ese 0-2 en contra y pelota de 0-3, lo cierto es que Djokovic fue mejor en el primer set. Se adelantó por 3-2 y rompió el servicio del manacorense para situarse con 5-3 antes de cerrar el primer envite por 6-3.
Nadal no tiró la toalla. Nunca lo ha hecho. Levantó un 15-40 en el inicio del segundo set y mandó hasta el 3-2 aferrándose a su carácter. Pero no le bastó. Nole le obligó a jugar todas las bolas sin descanso y se quedó sin respuesta en el instante decisivo. Djokovic fue implacable y remontó un 40-0 para lograr el break decisivo en el séptimo juego.
“Fui capaz, por momentos, de jugar al nivel adecuado para competir ante un jugador muy, muy difícil como es Novak, el mejor de mundo ahora mismo. Pero me encontré cansado muy pronto. Y entonces es imposible contra él”, fue el análisis que hizo Nadal, que espera “hacer el clic que necesito en las próximas semanas para ser competitivo al máximo”.
Sin tiempo para reflexionar sobre las desilusiones, Nadal ya sabe que tendrá un cuadro complicado en el Trofeo Conde de Godó. Para empezar, salvo sorpresa, estará Almagro, que le eliminó el año pasado en cuartos de final. Luego, Feli López e incluso Ferrer en el camino hacia una final que, esta vez sí, necesita más que nunca. Un título al que aferrarse para soñar en el renacimiento deportivo. Por la otra parte del cuadro, Nishikori, vigente campeón, lo tendrá mucho más sencillo.
Djokovic, mucho más en forma, jugó sus cartas mejor que el balear, carente de soluciones Almagro, que eliminó el año pasado a Nadal, se erige como el primer rival del número 1 de la tierra