La memoria de las barracas, foto a foto
El recuerdo del barrio de barracas de la Prosperitat, en Nou Barris, sería hoy casi imposible sin las fotografías que hizo un niño. Esta es su historia
Érase una vez un niño de 13 años al que un maestro le preguntó un día cómo iría de Barcelona a París. La respuesta que le dio le hizo decir: “Nunca haremos de ti un hombre de provecho”. Era 1973. España vivía los últimos espasmos del franquismo y las reivindicaciones vecinales, tanto tiempo silenciadas, comenzaban a hacerse oír en las calles. A hacerse oír y ver. Aquel niño siempre llevaba en el bolsillo una cámara fotográfica de plástico, casi un juguete, con la que le gustaba retratar la vida de sus amigos de las barracas de Santa Engràcia, en Nou Barris.
La pobreza, las primeras manifestaciones que exigían pisos dignos, las cargas de la policía, las detenciones... Tenía, y hay que volver a recalcarlo, 13 años. En la Prosperitat (uno de los barrios menos prósperos de Catalunya) le conocían como “el niño fotógrafo”. El núcleo de barracas de Santa Engràcia fue el último que se levantó en Barcelona y cobijó a centenares de personas en condiciones indignas entre 1964 y 1983. Nació a raíz de una estafa inmobiliaria. Un constructor vendió los mismos pisos inacabados a muchas familias y dejó vacío el solar donde en teoría iba a edificar más viviendas.
Aquel solar, hoy la plaza Àngel Pestaña, se llamó el Pla de Santa Engràcia y comenzó a llenarse de infraviviendas. Los más afortunados ocuparon los bajos a medio construir. El resto, hicieron lo que pudieron o lo que les dejaron, porque aquí aún se recuerda a policías de infausta memoria como el Grabao. Los vecinos de Santa Engràcia eran fantasmas para el Ayuntamiento de Barcelona. En 1974, el Patronat Municipal de l’Habitatge, el Patronato, hizo un censo de todos los barraquistas de la ciudad, pero no los incluyó a ellos. Las autoridades podían tolerar las chabolas del Somorrostro, que se comenzaron a levantar en 1880, ¡pero no unas de 1964! El barrio sólo tenía una fuente y unos cubos de basura.
Todo eso se ha recordado este fin de semana. Desde el pasado sábado, la plaza Àngel Pestaña luce una placa en honor a la “lucha ciudadana” que permitió poner fin a esta injusticia. Los participantes en el acto reconocieron que el recuerdo de aquellos años se ha con-
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Las infraviviendas de Santa Engràcia nacieron en 1964, a raíz de una estafa inmobiliaria