El PP aspira a depender sólo de la abstención de C’s
Rajoy presume de tener detrás un partido líder en Europa
No es lo mismo tener una mayoría que necesite de un voto afirmativo de Ciudadanos, que estar tan cerca de la mayoría absoluta que la simple abstención del partido de Albert Rivera permita al PP mantener el poder. De ahí que Mariano Rajoy redoble sus esfuerzos en la recta final de la campaña, con prioridad en aquellos lugares donde puede perder la mayoría absoluta, pero se queda tan cerca que sólo se podrían formar mayorías alternativas si a ese acuerdo se sumara Ciudadanos.
La estrategia parte de la base de que C’s evitará significarse prestando un apoyo explícito, es decir, votando a favor de las candidaturas del PP que resulten primera fuerza, pero que tampoco intentará formar bloques alternativas con los partidos de izquierda, lo que los populares llaman “frente anti-PP”, porque entonces el partido de Albert Rivera se significaría demasiado de cara a las elecciones generales.
Ese hipotético apoyo a un frente anti-PP podría hacer que a Rivera le abandonaran los votos que se nutren de uno de sus potenciales graneros de votos más importantes, el de los afines a los populares que quieren darle un toque de atención votando a C’s pero no echar del poder al PP.
Madrid es un ejemplo claro de que esto pueda ocurrir, pero también Murcia o Castilla-La Mancha. En la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, según todas las encuestas, ganará las elecciones, pero perderá la mayoría absoluta. La unión de PSOE, Podemos e Izquierda Unida –si esta última fuerza obtiene representación– puede ser una alternativa al gobierno del PP, pero no es lo mismo que Ciudadanos tenga que votar a favor de Cifuentes o que una mera abstención haga que la lista popular sume más votos que la de la izquierda. El PP necesita redoblar esfuerzos, y es lo que está haciendo Rajoy, para que candidaturas como la de la Comunidad de Madrid superen la suma de PSOE, Podemos e IU, porque entonces la abstención de Ciudadanos le dará el poder al PP. En cambio, si suman más diputados los partidos de izquierda, la abstención de C’s daría el poder a esas fuerzas, si llegan a acuerdos que el PP no tiene ninguna duda de que se producirán.
Para conseguir esos votos, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistió ayer, en Pam- plona y en Zaragoza, en que el PP “es un partido fuerte”, un “partido grande, con historia, que no se creó en un cuarto de hora, que ha sabido estar a las duras y a las maduras” y que en contra de lo que ocurre con otros partidos “está en todos los sitios donde se defienden los intereses de los españoles: Congreso, Senado, Parlamento Europeo”. Y que tiene detrás a un partido líder en Europa “que es garantía contra populismos y radicalismos”.
Pero Rajoy no se olvidó del PSOE, porque quiere sumar a sus votos los de antiguos socialistas desencantados por el centro. Habló de Pedro Sánchez, sin citarle, para criticar su proclama de que no pactará ni con Bildu ni con el PP, algo que considera “profundamente injusto y demostrativo de su poquito nivel político”.
El presidente critica el “poco nivel político” de Sánchez al decir que pactará “con todos” menos con Bildu y el PP