No nos toméis el pelo, por favor
Los Mossos d’Esquadra han detenido a nueve individuos que se dedican a robar a personas que van a cajeros automáticos, teclean el número secreto y, cuando el dinero empieza a manar, antes de que tengan tiempo de cogerlo, les ponen enfrente una carpeta con un papel para firmar a favor de una oenegé para sordomudos. Con la cantidad de individuos de estos que me he encontrado a lo largo de los últimos lustros, rodeándome y pidiéndome una firma para una asociación de sordomudos, a estas alturas esas asociaciones tendrían que nadar en la abundancia; o en la ambulancia, que decía aquella señora.
Este grupo ahora desarticulado –por decirlo de alguna manera, porque en prisión sólo ha entrado uno de ellos y el resto están ya en la calle– había cometido (supuestamente, no nos olvidásemos nunca del supuestamente) treinta y nueve robos. Son de nacionalidad rumana, emparentados y con antecedentes numerosos. La peña la compone, en total, una veintena de personas y los mossos no descartan nuevas detenciones. Empezaron a sospechar que algo pasaba cuando, en septiembre, vieron que había un aumento considerable de robos a personas en cajeros automáticos. La mayoría de Barcelona, pero también de Sant Cugat del Vallès, Vilanova y Sitges. Lo que más me ha emocionado de la noticia –difundida por Efe y repetida por casi todos los medios– es este fragmento: “Los Mossos han informado este lunes de que se calcula que el grupo habría conseguido unos 18.000 euros mediante este método de robo, conocido como scalping”.
Ya me hacía yo ilusiones de que me atracasen, porque ahora molan las cosas que, pudiendo llamarse de forma clara para que todos las entiendan, se dicen en inglés, que hace más tribu trendy: fashion show, foodie, it girl, front row, celebrity, cool... Pensaba: mira, si me tienen que atracar en un cajero automático, como mínimo que luego pueda vacilar un poco:
–¿Sabes qué? Ayer me hicieron un scalping y me quitaron trescientos euros. –Caray, nen, veo que estás a la moda... Pero pronto empecé a sospechar de la palabra. ¿ Scalping? ¿Queréis decir? Consulté diccionarios y enciclopedias, y he visto que scalping no tiene nada que ver con este tipo de robos. En la lengua de Steven Gerrard, scalping se usa para referirse a la práctica de los indios americanos que consistía en arrancar el cuero cabelludo a sus enemigos. También se refiere al negocio de comprar blocs de entradas de teatro o de conciertos muy solicitados y revenderlos a un precio inflado. En el comercio por internet se aplica también a la práctica de abrir posiciones de productos financieros (acciones, por ejemplo) y cerrarlas en cuestión de minutos. Pero eso de llamar scalping al acto de robarte mientras sacas dinero del cajero automático no lo ha oído nunca ninguno de los anglohablantes a los que se lo he preguntado. ¿El redactor de la noticia sería tan amable de decirnos de dónde lo ha sacado?
Han detenido a nueve individuos que se dedican a robar a personas en los cajeros automáticos