FAD Inteligencia contra la crisis
Portugal supera a Barcelona entre los finalistas del premio
En otras épocas, rivalizaban en la selección de finalistas de los premios FAD museos, auditorios, estadios, hospitales y otros grandes, y a menudo espectaculares, edificios públicos. En la selección de este año aspiran al galardón reformas de viviendas particulares (cuatro), casas entre medianeras, segundas residencias e intervenciones en edificios preexistentes. Es el signo de los tiempos de crisis. Las únicas dos piezas que, por sus dimensiones, escapan un poco a esta línea discretísima son el Centre de Recerca ICTA-ICP de la Universitat Autònoma de Barcelona, obra de dataAE y HArquitectes, y la reforma del hotel Ozadi Tavira, en el Algarve portugués. Pero también estas, al igual que las otras, se caracterizan por su buen criterio arquitectónico.
Otro rasgo particular de los FAD 2015: el predominio entre las obras finalistas (11) de las realizadas en Portugal (6), frente a las españolas, que se concentran en Barcelona (4), salvo la reforma de la Casa Bastida, en Begur, de Bosch/Capdeferro. No hay finalistas de otras partes de España.
“Hemos intentado destacar las intervenciones arquitectónicas que nos parecen más inteligentes. Es decir, no las que buscan un re- sultado formal preconcebido, algo que quede chulo, sino las que tratan de mejorar la vida de las personas, de hacerlas sentir bien en los edificios que habitan gracias a su labor imaginativa, fresca y rigurosa”, dice el arquitecto Víctor López Cotelo, que ha presidido el jurado del FAD 2015.
“La belleza –agrega Cotelo– es un fruto de la inteligencia, entendida no como algo limitado a la lógica, sino como una síntesis de lo eficaz, lo racional y lo emocional. Lo que apreciamos en la arquitectura no es lo que aparenta, sino que genere en su usuario, según la va habitando, una sensación de bienestar. A primera vista, los proyectos seleccionados pueden parecer sencillos, pero todos aportan una respuesta rica a las necesidades del programa y a la limitación de los medios”.
Los premios FAD 2015 –en cuyo jurado han formado también, junto a López Cotelo, Ignasi Bonet, Agustí Costa, Mariana Pestana, Mónica Rivera y Gabriel Valeri, se complementan con los de Ciudad y paisaje –dos finalistas: un mercado en Funchal de Paulo David; un acceso al centro histórico de Vitoria, de Tabuenca & Leache– y los de Intervenciones efímeras –tres finalistas: Las lágrimas de Santa Eulàlia, de Benedito/Sanz, en el Muhba de Barcelona, y dos montajes del Museu Marítim, que son su Sistema expositivo, de Lérida/Puigjaner/López/Charneco, y el montaje de Gyotaku, de Soto/Lay–.
Mención aparte merece la selección, efectuada por Oliver Thill, Andrés Jaque y Ethel Baraona, de los FAD Internacional 2015, que destacan la obra de profesionales españoles en el extranjero. Destacan, en esta lista, la Filarmónica Szczecin en la ciudad polaca homónima, de Barozzi/Veiga, reciente premio Mies van der Rohe; el pabellón Gösta del Museo Serlachius en Mäntä Vippula de Finlandia, obra de Mx_Si; el puente Gösta, en la misma localidad y de los mismos autores; la Maison Buq, de Sabaté/Bouquet en Saint Victor L’Abbaye (Francia), la Biblioteca Katiou, de Faus, en Uagadugú (Burkina Faso); el Ayuntamiento de Forde (Noruega) de Wäge/ Mestres; y las viviendas en IvrySur-Seine (Francia) de Archikubik.
Todos estos premios FAD, junto a los de Pensamiento y Crítica, se concederán durante una fiesta que se celebrará el 2 de julio en el Disseny Hub Barcelona.