El BCE adelanta la compra de deuda para truncar la apreciación del euro
Benoît Coeuré explica que acelerará este mes y el próximo el programa de compra
Después de las montañas rusas de las últimas semanas, con un repunte de los tipos de interés a largo plazo y una subida inesperada del euro, el Banco Central Europeo (BCE) sorprendió ayer a los operadores financieros al anunciar que adelantará este mes y el próximo las compras de deuda soberana –cifradas hasta ahora en 60.000 millones mensuales– en previsión de una actividad mucho menor en julio y agosto, cuando la liquidez es muy reducida en los mercados secundarios de la deuda. Inmediatamente, el euro se depreció un 1,5% ante el dólar y las bolsas europeas reanudaron la trayectoria alcista interrumpida en las tres últimas semanas, cuando la volatilidad se ha multiplicado al retrasarse de junio a septiembre las expectativas acerca de la primera subida de los tipos de interés en Estados Unidos.
El representante francés en el directorio del BCE, Benoît Coeuré, fue el encargado de demostrar que la institución quiere que el euro baje más desde los 1,11 dólares de ayer a los 1,05 dólares de hace un mes, su nivel más bajo en doce años con respecto al dólar estadounidense. Y lo hizo durante una conferencia pronunciada en Londres: en contra del principio posmoderno y global de que los mercados financieros funcionan las 24 horas del día, Coeuré recordó que las finanzas también tienen sus estaciones. “El Eurosistema está teniendo esto en cuenta en la puesta en marcha de su programa expandido de compras de activos adelantando de forma moderada su actividad compradora a mayo y junio, lo que permitirá mantener nuestra media mensual de 60.000 millones de euros, mientras compraremos menos en el periodo vacacional”, explicó el banquero francés.
En este sentido, Coeuré subrayó que, si fuera necesario, este adelanto podría complementarse con cierta demora en septiembre, cuando se espera que la liquidez en los mercados vuelva a mejorar. De este modo, el ejecutivo del BCE advirtió de que este ligero incremento en las compras del banco central que puede apreciarse en las semanas venideras “no está relacionado con el reciente episodio de volatilidad en los mercados”. A este respecto, Coeuré apuntó que no le preocupa el reciente cambio de tendencia observado en el precio del bund y otros bonos soberanos, aunque reconoció que “la rapidez de este cambio” es lo que le preocupa más.
Los analistas coinciden en que la volatilidad de las últimas semanas puede ser un aperitivo del alboroto que vivan los mercados cuando la Reserva Federal suba sus tipos de interés (previsiblemente) en septiembre.
Si se permite la broma, el BCE, al seguir defendiendo la austeridad presupuestaria, resta efectividad a su política de expansión monetaria cuantitativa porque los países miembros de la zona euro cada vez emiten menos deuda y con ello las intervenciones del instituto emisor tienen mucha incidencia sobre los precios de los títulos de deuda soberana. Ayer, el Financial Times recordaba que en mayo se producirá una emisión neta de deuda pública de 83.000 millones que en cuanto coticen en el mercado secundario podrán ser comprados íntegramente por el BCE. En junio, la emisión neta de deuda no pasará de 26.000 millones, por lo que el BCE no podrá cumplir su objetivo mensual. En julio, los estados devolve-
El miembro del directorio del BCE justifica el adelanto por la escasa liquidez
rán 46.000 millones de deuda, motivo por el cual el BCE se irá de vacaciones.
En cualquier caso, el BCE se anticipó así a la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal para debilitar el euro ante el dólar. El euro retrocedió hasta los 1,11 dólares (y eso es mucho, habida cuenta de que la semana pasada rondaba el 1,14). La fiesta se prolongó durante toda la jornada en las bolsas. La reacción a las palabras de Coeuré fue inmediata, tanto que la posibilidad de la paridad euro/dólar vuelve a cobrar forma.
La deuda pública española se sumó al festín. Ya son varios los plazos que se financian a tipos negativos. Es decir, que el Tesoro cobra intereses por la deuda que coloca. La experiencia, inédita hasta este mismo año, se confirmó ayer con 505,70 millones a tres meses a un interés del -0,025%, y otros 2.950 millones a nueve meses (y he aquí la novedad) al -0,005%.
La austeridad fiscal que defiende el BCE reduce el volumen de emisión de deuda soberana
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