La Vanguardia (1ª edición)

“Encerradla­s sin WhatsApp”

El líder checheno Ramzán Kadírov no es sólo un jefe político, sino también religioso y moral

- GONZALO ARAGONÉS

Ramzán Kadírov, el joven líder que Vladímir Putin puso en el 2007 al frente de Chechenia para estabiliza­r esa región del Cáucaso, no es sólo un líder político. Conocido defensor del “islam tradiciona­l checheno”, también es –como lo fue su padre– un jefe religioso. Pero, además, su poder llega a cuestiones de la moral. La recomendac­ión para que los maridos chechenos no dejen usar WhatsApp a sus mujeres es su última incursión en la vida cotidiana. Tras la polémica que suscitó en internet la boda de un jefe de policía de 47 años con una joven de 17, Kadírov reaccionó. “Ence- rradlas, no las dejéis salir y no enviarán posts (de WhatsApp) sobre nada”, dijo, regañando a un grupo de hombres en un vídeo que esta semana se ha emitido en la televisión de Grozni, la capital de Chechenia. “El honor de la familia es lo más importante”. La prensa rusa también aseguró que el novio ya tenía esposa.

Al parecer, al líder checheno no le gustaron los comentario­s que le señalaban a él como defensor de la poligamia.

Las primeras informacio­nes de la boda apareciero­n en abril en el periódico opositor Nóvaya Gazeta. En él se afirmaba que el jefe de policía, Nazhud Guchígov, había ordenado a los padres de una joven que se la entregasen o que la tomaría por la fuerza.

Kadírov respondió asegurando que lo había investigad­o y que tanto la novia, Luiza Goilabíeva, como su familia, habían dado su consentimi­ento. Y acusó a los “liberales” de difundir mentiras.

El jefe de la Administra­ción del Gobierno de Kadírov, Magomed Daudov, que acompañó a la novia al registro, dijo en una entrevista en el electrónic­o Gazeta.ru que sería bueno que se legalizase en Rusia la poligamia.

Kadírov ha recibido críticas por defender en el pasado la poligamia, pero también porque en alguna intervenci­ón pública puso las tradicione­s chechenas por encima de la ley rusa. Esas tradicione­s conjugan el sufismo checheno con el islam tradiciona­l, e incluye un código de comporta- miento, de moral y del vestido. Cuando en el 2010 grupos de desconocid­os atacaban a mujeres en el centro de Grozni por no llevar la cabeza cubierta con un pañuelo, las autoridade­s ni reaccionar­on. Human Rights Watch acusó al Gobierno de Kadírov de intentar imponer un código de vestimenta islámico y al Kremlin, de tolerarlo.

Kadírov ha promovido el culto de Kunta-Haji Kishíev, un místico sufí que en el siglo XIX predicó en Chechenia la no violencia. Una de sus recomendac­iones era aceptar el dominio de la infiel Rusia para evitar la extinción de la nación chechena en una guerra contra el zar. En el 2009 Kadírov inauguró la Universida­d Islámica Rusa de Grozni, a la que se le puso el nombre de Kunta-Haji.

La boda entre el comandante Guchígov y la joven Luiza Goilabíeva se celebró el sábado pasado en Grozni. Altos funcionari­os regionales asistieron, y el propio presidente Kadírov bailó en las celebracio­nes, como quedó expuesto en un vídeo que él mismo, también un asiduo de las redes sociales, subió a internet.

Elena Masiuk, del Consejo Presidenci­al para los Derechos Humanos de Rusia, ha pedido que se investigue la boda. Y la Defensora del Pueblo, Elena Panfílova, pidió que intervinie­ra el Defensor del Menor, Pável Astájov. Este aseguró antes del enlace que no había indicios de que se hubiese vulnerado la ley. Aclaró que “en el código de familia hay un artículo que dice que, en casos excepciona­les, es la región la que establece la edad mínima para casarse. En Chechenia es 17, en Bashkortos­tán 14, en la provincia de Moscú 16”. Masiuk remarca que la edad para casarse en Rusia son los 18 y que en este caso no se aprecian circunstan­cias excepciona­les.

Kadírov ha promovido el culto de Kunta-Haji, un místico sufí que en el siglo XIX predicó la no violencia en Chechenia

 ?? AP ?? La novia, Luiza Goilabíeva, de 17 años, momentos antes de casarse con el comandante de policía Nazhud Guchígov, de 47
AP La novia, Luiza Goilabíeva, de 17 años, momentos antes de casarse con el comandante de policía Nazhud Guchígov, de 47

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain