Multa al diario ‘La Hora’ por no publicar nada sobre un discurso de un alcalde correísta
gar en difusión nacional y es el que cuenta con mayor influencia en las regiones, ha recibido ya una docena de sanciones, pagando más de 12.000 euros de multa por distintos motivos, algunos basados en argumentos tan frágiles como la utilización de una u otra palabra. Sin embargo, los editores de La Hora han dicho basta y se niegan a pagar la multa de 3.200 euros por no cubrir el acto del alcalde, que consistió en una especie de discurso del estado del municipio que los ayuntamientos deben celebrar una vez al año.
“Veníamos cubriendo puntualmente la gestión del alcalde pero en este caso decidimos no publicarlo; primero por la hora de cierre, pero también porque se acaba convirtiendo en un evento festivo para autopromocionarse y todo lo que iba a decir el alcalde ya había sido recogido por el periódico”, explica por teléfono desde Quito el joven director de La Hora, Luis Eduardo Vivanco, que tiene 31 años y es miembro de la familia propietaria del rotativo.
El diario, que se define como “liberal ag-
El Universo, El Comercio y La Hora, los tres principales diarios de Ecuador, sólo habían escrito noticias breves de su viaje oficial a Chile. No obstante, la superintendencia inquisitorial nunca se pronunció.
En los casi dos años de vigencia, la ley de medios ha sancionado a humoristas gráficos, columnistas, redactores, jefes de redacción y editores. El discurso de izquierdas que enarbola Correa queda en cuestión cuando ataca la libertad de expresión. “Es un populismo totalitario vestido de progresismo”, asegura Vivanco, que recuerda que Correa siempre dice que la prensa crítica es “el peor enemigo de la revolución”.
En sus más de ocho años de mandato, el presidente ha dejado clara su baja tolerancia a la crítica. El último ejemplo fue el pasado Primero de Mayo, cuando al paso de su comitiva un joven de 17 años le hizo un corte de mangas. Correa recriminó su gesto al chico, quien luego denunció que el mandatario le había agarrado del cuello espetándole: “¡Aprende a respetar, muchachito malcriado! ¡Yo soy tu presidente!”. La prensa opositora recogió esa versión, lo que provocó la indignación y el desmentido de Correa, que negó haber agredido al joven y sostuvo que simplemente le había recriminado: “¿Por qué haces esto? ¿Por qué faltas el respeto al presidente?”. Nuevamente dos versiones... pero sólo una es legal.
Para el presidente Correa, la prensa crítica es “el peor enemigo de la revolución”