El hip-hop de los ‘cuyongs’
Siempre he sido gran admirador de las habilidades del presidente de Extremadura, José Antonio Monago. Fue el hombre que pidió “contundencia” a su partido –el PP– por los casos de corrupción y los comportamientos éticamente reprobables de los políticos y los responsables institucionales mientras, entre mayo del 2009 y noviembre del 2010 (más de año y medio), había viajado treinta y dos veces a las Canarias con billetes pagados por el Senado. Lo había hecho siempre sin su mujer y –según el diario Público cuando aún se editaba en papel– para visitar a una amiga que tenía allí. Admiración, también, porque un día del 2012 se puso a hacer números y descubrió que la propuesta de pacto fiscal que entonces proponía Catalunya tendría un “efecto devastador” para Extremadura. Dijo también que “España no está para comer a la carta, aquí todo el mundo tiene que tomar el mismo menú”, obviando el hecho de que cuando comes de menú todos pagan lo mismo y por este menú que ofrece el Reino de España unos pagan una miseria y otros una millonada. Fue el hombre que un día se dirigió a Xavier Trias, después de que este hubiese dicho que el AVE extremeño es una catástrofe, y le espetó: “Yo le diría al señor Trias –en catalán, porque a lo mejor no me entiende lo que he dicho hasta ahora–: si ten cuyongs, dímelo a la cara. Yo voy donde él quiera para que, si ten cuyongs, nos lo diga a la cara. Si quiere le invito a que venga en tren a Extremadura. Que reserve la agenda entera del día para que venga a esta tierra, en la que la alta velocidad es una catástrofe. Que venga en tren y que compruebe que de Madrid, por ejemplo, a Badajoz se tardan seis horas, en un tren que, en ocasiones, no tiene aire acondicionado, no tiene servicio de cafetería, que en agosto se le puede caer el motor en Monfragüe, como se cayó este agosto. Con esa incomodidad. Si ten cuyongs, que venga aquí y lo diga. Y si no, yo voy allí y que me lo diga a mí a la cara”.
Ahora, en plena campaña para las elecciones del domingo, en las que Monago confía ser reelegido como presidente, ha anunciado que, si gana, incluirá el hip-hop como formación reglada en la enseñanza: “Para adaptar la formación a la demanda real de los jóvenes”. Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Lástima que los ayuntamientos no tengan competencias en materia de educación, como las tienen los gobiernos, porque, si no, Trias podría ir ahora un paso más allá y prometer incluir en las aulas el crunk y el glitch hop. Hay que remarcar que Monago anunció su propuesta hip-hopera tras mantener un encuentro con el letrista de Extremoduro, Manolo Chinato, en el bar que tiene en Puerto de Béjar. El bar se llama Chinato’s y, como especialidades, tiene queso de oveja curado, patatas bravas, huevos estrellados, croquetas caseras, tomate aliñao y espléndidas bolas de ibérico. Qué gran canción aquella de Extremoduro que llevaba por título Necesito droga y amor (los camellos no me fían).
Si Monago es reelegido como presidente extremeño, revolucionará la enseñanza musical