Luz verde para que el ‘niño de la maleta’ se quede en España
El padre del menor podría salir de prisión la semana próxima
La reagrupación de la familia Ouattara está hoy un poco más cerca. El Gobierno español ha concedido un año de permiso temporal al niño Abou, de ocho años, que intentó ser introducido en Ceuta el pasado día 7 en una maleta a través del paso fronterizo de Tarajal. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social remitió ayer a la Oficina de Extranjería de Ceuta una autorización individual de residencia para el niño “por circunstancias excepcionales”.
El padre, Alí Ouattara, permanece en prisión a la espera de que se resuelva la petición de libertad provisional presentada por su abogado, Juan Isidro Fernández. El letrado sevillano espera que la situación se pueda resolver a principios de la próxima semana y el ciudadano costamarfileño pueda abandonar la prisión. La resolución del conjunto de los trámites que son necesarios para que la familia pueda reunirse definitivamente podría demorarse en torno a un mes.
El permiso concedido por las autoridades se hace en virtud de la aplicación de la ley de Extranjería, que prevé la concesión de permisos excepcionales de residencia “a los extranjeros que se hallen en España en los supuestos de arraigo, protección internacional, razones humanitarias, colaboración con autoridades públicas o razones de seguridad nacional o interés público”.
Una vez regularizada la situación sanitaria, escolar y documental del pequeño Abou aún quedan trámites por realizar antes de que pueda reunirse con sus padres. De momento, los responsables del centro de menores Mediterráneo en el que se encuentra acogido deben esperar a que se demuestre de manera feha- ciente que Abou es hijo de Alí y Lucie Ouattara a los que se les ha recogido una muestra de ADN.
También habrá que esperar a que las autoridades canarias certifiquen la situación real del núcleo familiar. Según sus propias declaraciones, el padre del niño de la maleta lleva ocho años con residencia en Puerto del Rosario (Fuerteventura) donde trabaja en una lavande- ría. Gracias a ese empleo cobra 1.200 euros mensuales que le permitieron traer desde su país a su mujer y a otra hija del matrimonio. Sin embargo, necesitaría ganar 81 euros más para poder acoger legalmente a Abou.
Alí Ouattara asegura que debido a ese mínimo déficit se le denegó la posibilidad de regularizar la entrada en España de su hijo.
Frustrado por esta negativa, a través de su hijo mayor, que permanece en Costa de Marfil, se puso en contacto con las redes de traficantes de personas. Ouattara manifestó a la juez que ignoraba que su hijo iba a ser escondido en la maleta, una versión de la que desconfían las autoridades ya que, al parecer, el niño habría declarado que fue su padre quien le llevó hasta la frontera. Allí una joven marroquí de 19 años intentó pasarle a Ceuta, pero fue descubierto en el escáner del puesto fronterizo de Tarajal. La mujer marroquí permanece también en prisión, acusada de un delito contra los derechos de las personas inmigrantes.
El niño y su madre, Lucie, se vieron unos minutos el martes en una de las salas del centro en el que permanece Abou. Después, y aconsejada por el abogado, la mujer regresó a su domicilio de Puerto del Rosario, a la espera de la reagrupación definitiva.
Abou seguirá en el centro hasta que se demuestre que Alí y Lucie Ouattara son sus progenitores