El azafrán florece en Les Garrigues
El Tossal, en l’Albagés, produce 4 kilos al año y prevé llegar a los 50 en dos años
Enamorados del paisaje de Les Garrigues (Lleida), la danesa Jette Rützou y el productor Fernando Bofill decidieron recuperar el cultivo del azafrán en esta comarca, donde ya se había producido durante la Edad Media. Junto con otra pareja de l’Albagés, conocedores del campo y de los cultivos, crearon en 2012 una sociedad para iniciar de nuevo el cultivo de esta especia.
Tras una inversión de 300.000 euros, El Tossal de les Garrigues obtuvo en otoño de 2013 la primera recolección de azafrán de unos 2,5 kilos en una pequeña explotación agrícola ubicada en l’Albagés. “El año pasado plantamos más bulbos y la producción creció hasta los 4 kilos”, señala Rützou. “En esta comarca las condiciones de clima son ideales para una buena producción de azafrán, además, y gracias a los conocimientos de la gente de aquí, hemos mejorado la producción”. El proceso de recolección que siguen es muy manual y artesanal. “Para conseguir un kilo de azafrán son necesarias 150.000 flores”, explican.
La nueva firma quiere ser el referente mundial del me- jor azafrán de calidad. Gracias a un equipo comercial externo, han conseguido situar esta aromática especia en supermercados como Caprabo, Sorli, Plus o tiendas de delicatessen, y también en el canal horeca (hoteles y restauración) de Catalunya. “El año que viene queremos salir ya a vender al resto de España y a países como Esta- dos Unidos, Japón, Alemania, Francia o Dinamarca”, explican.
El Tossal de les Garrigues ya emplea a 8 personas y en la época de recolección, pueden llegar a contratar hasta 20 trabajadores más. El proceso de envasado del frasco lo realizan personas el centro especial de trabajo El Pla, de Almacelles (Lleida).
El crecimiento de este proyecto tan personal de amor por esta comarca pasa por recuperar y potenciar otros cultivos autóctonos. En sus planes de crecimiento, los socios estudian la posibilidad de producir y comercializar además aceite de oliva, olivas arbequinas y frutos secos. “Siempre cultivos tradicionales de la comarca”, indica Rützou. En dos años, prevén alcanzar los 50 kilos de producción de azafrán, y junto a otros cultivos, generar una cifra de negocio de 400.000 euros.