“La flora bacteriana influye en el sobrepeso y en la mente”
Vivo en Frankfurt, comparto piso con seis estudiantes y me llevo bien con todos, lo cual es muy extraño. Nuestro cuerpo siempre estará con nosotros: es fundamental aceptar y tolerar todos los cuerpos. Creo en la naturaleza: mis átomos volverán a integrars
AEn Alemania también. Nos da vergüenza hablar de nuestro intestino, pero estamos descubriendo que es un órgano esencial en nuestra salud.
Ocupar, ocupa espacio.
Ocho kilómetros, crea más de 20 tipo de hormonas distintas, en él se encuentran las dos terceras partes de nuestro sistema inmunitario y, después del cerebro, es el órgano con la mayor acumulación de nervios.
Y está lleno de bacterias.
Sonría cuando las nombre y cuídelas mucho: las investigaciones más recientes demuestran su importancia en cuestiones como el sobrepeso, la depresión y las alergias.
¿Sobrepeso y bacterias, relacionados?
Íntimamente. A unos ratoncitos se les dio bacterias de personas con sobrepeso, y los ratoncitos, sin variar la dieta, engordaron. Y cuando se les dio bacterias de personas con el peso idóneo volvieron a adelgazar.
Pero nosotros nos somos ratoncitos...
Está confirmado, ya se han hecho experimentos con humanos y también se ha comprobado que las personas obesas que no sufren las enfermedades relacionadas con la obesidad (diabetes, colesterol) tienen más variedad de bacterias en el intestino que la gente obesa que sí tiene enfermedades. Imagine un bosque.
Cuantas más especies, mejor.
Exacto. La buena salud del intestino tiene más influencia en nuestro peso (entre un 10% y un 30%) que los genes. Y muchas alergias tienen su origen en la falta de bacterias.
¿Y a sus bacterias qué les pasa?
Yo también me lo he preguntado, porque soy un fideo, pero ya lo eran mi madre y mi abuela. Es probable que mi intestino esté bien poblado de especies, porque las bacterias se heredan..., es una lástima que nos las carguemos con los antibióticos.
¿Y qué tienen que ver las bacterias con el estado de ánimo?
Un día, en una fiesta, se sentó a mi lado un chico al que le apestaba el aliento. Al día siguiente me enteré de que se había suicidado, que sufría de depresiones. Eso me impactó y comencé a investigar.
¿Qué descubrió?
Que muchos científicos ya lo estaban haciendo. El investigador irlandés John Cryan utilizó uno de los experimentos más reveladores en el campo de la investigación sobre la motivación y la depresión: ratones nadando.