Las empresas tecnológicas triplican las inversiones en banca digital
El sector exige regulación para ampliar la oferta de servicios bancarios
La revolución digital ha llegado al sector de los servicios financieros. La inversión global en empresas de fintech se triplicó en el año 2014, hasta alcanzar los 12.210 millones de dólares (11.065,48 millones de euros).
Ese concepto de fintech, que cada día va a sonar con más fuerza, es el acrónimo de financial technology, equivalente a tecnología financiera. Es decir, hace referencia a todas aquellas empresas tecnológicas que llevan a cabo operaciones financieras, un terreno hasta hace pocos años exclusivo de la banca. Es decir, abarca desde pagos y transferencias, banca móvil, negociación ( trading), mercado de commodities, préstamos y financiación colectiva ( crowdfunding), hasta seguridad, criptomonedas, carteras digitales, servicios de asesoramiento financiero, seguros… En pocas palabras, cualquier transacción bancaria que el cliente lleve a cabo, pero para ejecutarla y llevarla a buen puerto, intermedia una empresa tecnológica.
La banca cada día persigue ser más digital porque sabe que gigantes tecnológicas como Apple, Google, Facebook o Amazon, amenazan con ofrecer servicios financieros. Pero no solo las multinacionales buscan entrar en el negocio de los servicios bancarios. En España, start-up como Digital Origin, cuenta desde el año pasado con la autorización del Banco de España, para dar créditos por internet de forma inmediata o financiación de compras online.
“Los nuevos jugadores usan nuestra estructura base y compiten con nosotros”, señala Pilar Aurrecoechea, directora de servicios financieros de Telefónica. A su juicio, lo que hay que innovar son “las experiencias de los usuarios, ya que estas empresas no crean los sistemas de pago”. En muchas ocasiones, señala, “el banco sólo ofrece su propio producto y el usuario busca es asesoramiento para después tomar su propia decisión”.
Lo que las empresas tecnológicas están haciendo, defiende la directiva, es “romper la cadena de valor”. Para Julio Faura, del área de innovación del banco Santander, “el principal reto de la banca es aprender a colaborar con otras empresas, ya que los canales digitales tienen que tener su reflejo en la rentabilidad del banco”.
Una de las principales trabas para operar es la ausencia de regulación. En opinión de Marta Plana, cofundadora y general counsel de Digital Origin, “la tecnología va por delante de la regulación y son esenciales unas reglas de juego para jugar una buena partida en una transformación digital que ya no es el futuro, sino el presente”. En este sentido, Ignacio Redondo, director ejecutivo de asesoría jurídica de CaixaBank, insiste en la relevancia de
El concepto ‘fintech’ hace alusión a todas las operaciones bancarias que pueden ofrecer las firmas tecnológicas
“una regulación igual para todos, simplificada y no contradictoria”.
El presidente de Evo Banco, Jaime Carvajal, defiende “la oferta multicanal”, pero al mismo tiempo admite que los avances tecnológicos generan “clientes fieles”. Por último, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, reconoce que “hay que legislar y buscar un equilibrio entre los derechos de los consumidores y la competencia”. A su juicio, “Europa está dando pasos en este sentido”.