Santorum y Pataki animan aún más el festival de candidatos republicanos
Ningún aspirante conservador supera el 10% de apoyos, según el último sondeo
La cadena Fox, referente de la derecha conservadora estadounidense, tiene previsto organizar el primer debate electoral entre candidatos a la nominación republicana el próximo 6 de agosto en Cleveland (Ohio), pero no van a caber todos y no tendrá más remedio que establecer un numerus clausus para que el escenario no se convierta en una olla de grillos. La competición para colocarse en ese debate marcará probablemente la disputadísima batalla entre los aspirantes a ganar las primarias, que con el concurso de Rick Santorum y George Pataki, confirmados esta semana, ya son ocho los que se postulan oficialmente y aún faltan por pronunciarse los que, según los sondeos, se encuentran entre los favoritos, el exgobernador de Florida, Jeb Bush, y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker.
El sondeo más reciente, de la Quinnipiac University, apenas destaca ningún líder entre los republicanos con la victoria asegurada. Ni siquiera puede señalar un favorito porque registra un quíntuple empate entre aspirantes que no superan el 10% de apoyo. Son Jeb Bush, Ben Carson, Mike Huckabee, Marco Rubio y Scott Walker. Y ninguno de ellos es capaz de vencer a Hillary Clinton, según el mismo sondeo.
Rick Santorum, de 57 años, exsenador por Pensilvania, y George Pataki, de 69, exgobernador de Nueva York, han animado el festival de candidatos republicanos con propuestas y perfiles distintos. Santorum es claramente conservador, mientras que Pataki muestra algunas actitudes más centristas. Quizá por influencia demócrata en los medios de comunicación, uno de los termómetros más utilizados para situar ideológicamente a cada candidato es su posición ante el aborto y los derechos de los homosexuales. En este caso, Santorum figura entre los ultraconservadores y Pata- ki entre los liberales de la derecha.
Pero la posición de Santorum no fue incompatible con una presentación de su candidatura ciertamente populista, en una fábrica de Cabot, Pensilvania, rodeado de obreros con mono de trabajo y proclamando su propuesta como “el conservadurismo de cuello azul”, con la que pretende atraerse, como la mayoría de candidatos, a las depauperadas clases medias del país.
Levantando un trozo de carbón para reivindicar la figura de su abuelo, minero de Pensilvania, atacó directamente a Hillary Clinton como representante de una elite de ricos y poderosos. “Las familias trabajadoras –dijo- no necesitan otro presidente vinculado al poder político y al gran capital”.
El pasado mes de abril Santorum provocó una cierta controversia cuando dijo que no pensaba asistir a una boda gay de un ser querido porque supondría “violar mi fe” y es que Santorum cuenta con el apoyo de comunidades religiosas que le catapultaron en las primarias del 2012 hasta el punto de ganar en 11 estados, empezando por el primero, Iowa. Al final se quedó a poca distancia del ganador, Mitt Romney. Sin embargo, los sondeos no le otorgan ahora demasiadas posibilidades e incluso ponen en duda que pase el corte para poder participar en el debate de la Fox.
George Pataki anunció oficialmente su candidatura ayer en Exeter (Nuevo Hampshire) y se presentó como “el candidato de las soluciones”, con un discurso pragmático y severamente crítico con las política del presidente Obama. Quiere acabar con la re-
Clinton tendrá otro rival a su izquierda, Martin O’Malley, exgobernador de Maryland
forma sanitaria, que a su juicio es “opresiva”, y cambiar el tratamiento fiscal que “ahoga a las pequeñas empresas”. El principal aval de su currículum son sus tres mandatos como gobernador de Nueva York, que inició con una victoria sobre el carismático liberal Mario Cuomo: “Mis políticas conservadoras aplicadas durante doce años reemplazaron la dependencia por la oportunidad”, dijo. Su proyecto político incluye una actitud beligerante en política exterior. “Tenemos que acabar con la capacidad del islam radical de atacarnos allí antes de que tengan la oportunidad de atacarnos aquí”, lo que conllevará enviar tropas de combate terrestre a Iraq y Siria.
En el campo demócrata también empieza a animarse del debate. El sábado, en Baltimore, hará oficial su candidatura el exgobernador de Maryland, Martin O’Malley. Es un rival por la izquierda para Clinton, pero más centrista que el otro contendiente demócrata, Bernie Sanders. En las últimas semanas ha destacado como opuesto al Acuerdo Comercial Transpacífico, auspiciado por el presidente Obama y combatido por los senadores demócratas, mientras Clinton optaba por una postura ambigua.