Terror de cocción lenta

Director: David R. Mitchell Intérpretes: Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto Producción: EE.UU. 2014. 97 minutos. Terror El punto de partida de It follows, con lo genial que es, podría servir para el arranque de cualquier filme de terror al uso, de esos con cabaña en el bosque, cuchillos y jovenes gritones. Y, sin embargo, aquí todo es diferente y, en buena medida, inesperado. Empezando por el tono de este Te sigue, de David R. Mitchell, rico en un terror singular, como de cocción lenta. Un terror de ritmo pausado, lleno de presagios.

Todo empieza con una especie de demonio mortal, por llamarlo de alguna manera. Un terror cambiante de forma que se trasmite como una enfermedad sexual. Un demonio que empieza en el sexo y en sexo acaba, porque, cuando lo tienes, te persigue hasta que acaba contigo. O hasta que te liberas. ¿Y cómo liberarse de su presencia? Cómo todo empezó, claro. Pasándolo de la misma manera.

Transcurre en Detroit, una ciudad en decadencia que brinda una metáfora constante para un filme más atento a los personajes que a los momentos de miedo y de tensión. Como uno de esos dramas indies, donde lo de menos es lo que pasa frente a cómo viven las situaciones sus protagonistas. Una historia de observación, pues, con pausas y esperas. Donde los mayores tienen poco que decir, pues casi no aparecen. Y los jovenes implicados en el horror desgranan sus dudas en medio de la amenaza. Rico en sugerencias más que en gritos, persecuciones y cuchillazos, tan propio de otras propuestas semejantes. Puede resultar aburrido para aquel que busque más de lo mismo. Pero resultará hipnótico en su inocencia. /