Trias recibe a Colau, pero no se descarta.
El aún alcalde, que recibió a la aspirante a sucederle, no descartó un pacto con ERC y PSC para seguir al frente de Barcelona, aunque ayer topó con el rechazo de esas fuerzas.
A Ada Colau se le van a hacer largos los quince días que faltan para su muy probable, pero todavía no del todo segura, elección como alcaldesa de Barcelona. El alcalde en funciones y candidato de CiU, Xavier Trias, cedió ayer toda la iniciativa a la alcaldable de BComú para que sea ella quien trate de tejer una mayoría suficiente para, primero, ser elegida alcaldesa, y, de paso, poder gobernar un ayuntamiento muy fragmen- tado. Sin embargo, ayer por la tarde, aunque todos los indicios apuntaban que será muy difícil revertir la situación –tanto el socialista Jaume Collboni como el republicano Alfred Bosch aseguraron que no participarán en un frente anti-Colau–, en CiU no se daba nada todavía por cerrado.
Trias y los suyos se mantienen a la expectativa por si la candidata de BComú no consigue llegar a la sesión del 13 de junio con los apoyos suficientes. Por ello, y con la hipótesis de que fracase en su empeño, el líder de CiU, poco antes de reunirse en su despacho del Ayuntamiento con la mujer que aspira a sustituirle, sugirió, en una entrevista en TV3, la posibilidad de mantenerse en el cargo. Para ello, señaló, tendría que formar un “gobierno fuerte”, que es lo mismo que decir que ha de sumar a los diez concejales de CiU, los cinco de ERC y los cuatro del PSC. En esa alianza de gobierno, poco probable hoy por hoy, pero no imposible, no entraría el PP. No obstante, los populares, según los cálculos de CiU, sí podrían tener un papel clave en esta jugada y estar dispuestos a apoyar la elección de Trias para evi- tar la llegada de Colau a la alcaldía. Ayer, el jefe de filas de los populares dijo que, efectivamente, un alternativa a la cabeza de lista de BComú es posible, pero “sin estelades”, una afirmación que añade dificultades a que prospere esa fórmula, que la noche del domingo, cuando Xavier Trias reconoció su derrota y admitió que lo normal sería que gobernara la lista más votada, parecía enterrada.
En paralelo a las conversaciones iniciales que Ada Colau ha mantenido estos días con Jaume Collboni y Alfred Bosch, los convergentes abrieron el miércoles una vía de diálogo con los mismos interlocutores, complementada por los contactos de la dirección de CiU con las de de PSC y ERC.
El alcalde saliente recupera la opción de que no gobierne la lista más votada Fernández admite que una alternativa es posible siempre que sea “sin estelades”
Según algunas fuentes, este intento de configurar una mayoría alternativa a Ada Colau –una operación que, con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas, entrañaría evidentes riesgos para sus protagonistas– contaría con el aliento de sectores económicos de la ciudad, algo que la propia alcaldable de BComú apuntó al término de su encuentro con Xavier Trias.
Es significativo que Colau saliera de esa entrevista asegurando de forma reiterada que Trias “me ha dejado bien claro que voy a ser la próxima alcaldesa”, algo que fuentes del gobierno municipal se apresuraron a desmentir. Según estas fuentes, el todavía al- calde mantiene viva la opción de seguir en el cargo si Colau no consigue los apoyos necesarios y él puede articular una alternativa. Desde el gobierno de CiU se señala también que el hecho de que CiU y BComú hayan constituido “una comisión de traspasos”, que ayer mantuvo la primera toma de contacto, no debe interpretarse como una cesión definitiva del poder a la formación que obtuvo más votos en las elecciones del pasado domingo.
La posibilidad de que Xavier Trias sea reelegido como alcalde el 13 de junio comenzó a plantearse el miércoles y tomó cuerpo ayer por la mañana cuando el propio Trias la hizo pública apenas un par de horas antes de recibir a la candidata de BComú. Antes, en las filas de CiU, se habían barajado otras fórmulas, que en su mayoría no discutían, en primera instancia, la alcaldía a Colau. En principio, parecía tener más adeptos la opción de dejar que la exportavoz de la Platafor- ma de Afectados por la Hipoteca experimentara en persona lo que supone gobernar en franca minoría –con tres concejales menos que los que ha tenido CiU durante el pasado mandato– y esperar sus posibles errores y sus dificultades para encontrar apoyos hasta que, llegado el momento, y siempre una vez finalizado el ciclo electoral con las catalanas y las generales y aclarado el panorama político, pudiera pensarse en una moción de censura.
Una de las piezas de intercambio que podrían entrar en juego en el confuso tablero de la política municipal que han dejado las