París reaviva su interés por acoger el Mobile tras el 24-M
Antes de firmar, la organización pregunta por el cambio municipal
Los organizadores del Mobile World Congress se han interesado por los efectos que tendría en el congreso un cambio de gobierno y París ya intenta arrebatar el certamen a Barcelona.
Los organizadores y propietarios de los derechos del Mobile World Congress, la GSMA, la asociación que reúne al sector de la telefonía móvil, sigue con atención el vuelco que se ha producido en el Ayuntamiento y cómo la probable elección de Ada Colau como alcaldesa puede influir en la relación que la ciudad mantiene con uno de los congresos sectoriales más importantes del mundo. La inquietud de la GSMA por un posible cambio en las condiciones que rodean la organización del congreso están alimentadas por declaraciones críticas hacia el mismo realizadas por la candidata de BComú en precampaña, que ella misma matizó ayer. “Una de las primeras cosas que haremos será reunirnos con representantes de la GSMA”, dijo Colau tras admitir la importancia del congreso para la ciudad.
Ciudades que aspiran a arrebatarle el premio gordo a Barcelona han visto renacer unas esperan- zas que parecían enterradas. Es el caso de París, que de la mano de su alcaldesa, Anne Hidalgo, nunca ha disimulado su interés por captar el congreso.
Queda poco más de un mes de que la GSMA pueda anunciar si se queda en Barcelona hasta el año 2023, aunque no está del todo descartado que posponga ese anuncio. Se aceptaría así la propuesta de prórroga de contrato que el 26 de marzo le presentaron el Ayuntamiento, la Generalitat, el Estado, Turisme de Barcelona, la Fira y la Fundación Mobile World Capital. La propuesta se basa en la implicación de las tres administraciones con la aportación de cinco millones de euros anuales que hacen ahora (no al congreso, sino a la fundación, que cuenta con otros colaboradores privados que también se implican económicamente); los recursos de Fira en logística y conectividad, y el compromiso del Gremio de Hoteles para que el precio de las habitaciones no sea un problema. Es una propuesta continuista que incluye la puesta en marcha en febrero de la L9 del metro
La cuestión del Mobile, que tiene garantizada su permanencia en Barcelona hasta el 2018, es uno de los asuntos abordados en las conversaciones para la constitución del nuevo gobierno municipal. La renovación del contrato cuenta con el apoyo de todas las instituciones, incluido el Ayuntamiento, que en la recta final del mandato votó de forma unánime en este sentido. Formalmente queda la firma del alcalde y Trias la estampará seguramente acompañado por Colau. En sus últimas declaraciones, esta ha adoptado un tono más conciliador, dejando sentado que también a ella le interesa que el MWC siga en Barcelona. No podría permitirse aparecer ante la opinión pública como la responsable de una pérdida que supondría un grave perjuicio para la economía local. Esta modulación de su discurso no tran- quiliza a los líderes de otras formaciones políticas, tal y como expresó ayer el president Artur Mas en las jornadas del Círculo de Economía en Sitges, donde expresó su temor sobre el futuro del MWC en Barcelona.
Ada Colau insistió ayer en que el Mobile ha de estar presente durante todo el año en el conjunto de la ciudad y que se tiene que explotar el uso de aplicaciones sociales. Es lo que ya hace la Fundación del Mobile, con sede en el edificio MediaTIC, donde también están gran parte de las aceleradoras y empresas tecnológicas que hasta ahora ha captado la capitalidad del móvil. En la plaza Catalunya esta el Mobile World Center, que incluye una tienda de Movistar ahora ocupada por trabajadores en huelga.
El socialista Jaume Collboni propuso ayer que todos los grupos firmen una declaración conjunta de apoyo al MWC manifestando la voluntad de que Barcelona siga acogiéndolo. Su propósito es dar confianza a los organizadores y a “todos los inversores y los que crean puestos de trabajo que miran a Barcelona”.
Mas expresa su temor por el futuro del certamen y París está al acecho por si se presenta la ocasión