Llegó el cambio
En un artículo de Almudena Grandes había una reflexión sobre la bondad, decía que es necesario escoger a una buena persona para gobernar, que no es suficiente con un currículum de experiencia en la política porque resulta imprescindible tener buen corazón. Personalmente, siempre he creído que la auténtica inteligencia es moral, es decir, tiene una vertiente de bondad que no es prescindible en ningún caso. Y las personas no son tanto lo que dicen sino lo que hacen: “Por sus hechos los conoceréis” dice la Biblia. Y todos estos hechos de estos años de gobierno de la derecha dura la ha retratado de tal manera que la gente, que en ningún
R. MARGARIT, modo es necia –al contrario de lo que creen muchos gobernantes–, se ha dado cuenta de que eso de la crisis tan sólo ha favorecido a los adinerados a costa de los empobrecidos.
Pues diría que eso se ha terminado, y creo que por mucho tiempo, porque habrá reformas estructurales de toda clase que impedirán la impunidad de cualquier delito económico aunque esté legalmente disfrazado. Se cambiarán leyes municipales y autonómicas de momento, y tal vez, en las elecciones generales, se cambiaran muchas más leyes, incluso podríamos tener una nueva Constitución, así de claro.
Y por otro lado, tanto la Francia de Hollande como la Italia de Renzi o la Grecia de Tsipras, es decir, el sur de Europa, empezará a poner sobre la mesa unas nuevas cartas de navegación que no sean las del neoliberalismo que nos ha conducido hasta esta crisis de los pobres, y que no de los muy ricos.
De manera que, para empezar, bienvenida Ada Colau, bienvenida Manuela Carmena y compañía porque son unas buenas personas de confianza y es esto lo que necesita un país por encima de todo. Voces opositoras de los gobiernos caídos dicen que los ganadores no tienen experiencia de gobierno, pues es necesario recordarles que los que han estado gobernando tanto tiempo cuando empezaron tampoco tenían ninguna experiencia de gobierno, esto no es un argumento válido. Y sí es un argumento el hecho de que han obtenido la confianza de la gente que los ha votado, con eso es más que suficiente.