Colaborador de Picasso
CCARL NESJAR (1920-2015) Pintor y muralista noruego arl Nesjar, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de Noruega, ha dejado este mundo sin saber qué pasará con algunas de sus obras más destacadas: los murales que realizó junto a Picasso en la sede del Gobierno de Oslo en los años sesenta. En julio del 2011, el complejo gubernamental fue objeto de un atentado terrorista, en el que el ultraderechista Anders Breivik hizo explotar una furgoneta bomba justo enfrente y algunos de los edificios quedaron seriamente dañados.
Milagrosamente, las obras de Nesjar y Picasso no sufrieron ningún daño. Estas se hallan distribuidas en el Høyblokka, que es el edificio principal, y el denominado bloque Y. La intención del Gobierno es preservar el primero y derribar el segundo. Esto conllevaría el traslado de los murales picassianos a algún otro lugar. Esa decisión es fuertemente criticada por varias asociaciones de artistas, que hace poco lanzaron una campaña internacional para tratar de revertir el plan gubernamental. En su opinión, la opción del derribo ni siquiera se habría considerado si se tratara de un edificio antiguo. El problema, aseguran, es que el valor del modernismo de posguerra todavía no se reconoce completamente.
Hace justo un año, el propio Nesjar manifestaba su descontento. Los murales fueron ideados como parte del edificio y su traslado rompería esa unidad artística. En todo caso, las obras de construcción no empezarán hasta el 2020, lo que da tiempo a los activistas para intentar que el Gobierno cambie de opinión.
Nacido en 1920 en Larvik (sudeste de Noruega), Nesjar dedicó su larga y prolífica carrera artística a la escultura, la pintura, el diseño y la fotografía. De joven, estudió en el Pratt Institute de Nueva York, una de las escuelas de arte más prestigiosas del mundo. Eran los años del new deal y fue en Estados Unidos donde entró por primera vez en contacto con las ideas que defienden la democratización de la cultura y el compromiso social del arte.
De vuelta a Europa, pasó los años de la Segunda Guerra Mundial en la Noruega ocupada por los nazis, durante los que estudió en la ilegalizada Escuela Nacional de Arte. Tras el conflicto, prosiguió su formación en Copenhague, Nueva York y París.
Inspirado en elementos de la naturaleza, como las rocas, el agua, el hielo, el fuego o el aire, destacó por su experimentación con los materiales y sus avances en nuevas formas de utilizarlos. Eso fue lo que dio alas a su larga y fructífera colaboración de 17 años con Picasso. Se conocieron en 1957. Nesjar tenía 37 años y Picasso, 75. El noruego estaba desarrollando un nuevo método escultórico denominado chorro de arena y Picasso mostró su interés. Su primera obra conjunta fue precisamente la decoración de las paredes y fachadas del complejo gu- bernamental de Oslo, realizada por Nesjar en base a diseños de Picasso. Poco después, trasladaron su colaboración a Barcelona, donde se encargaron de los esgrafiados de la fachada del Col·legi d’Arquitectes.
Más allá de estas series de murales monumentales, también realizaron esculturas públicas en Suecia, Noruega, Estados Unidos o Israel. Nesjar, que falleció a los 94 años el pasado 23 de mayo, siempre consideró su relación con el maestro español como un gran privilegio. Cuando alguien le preguntaba, respondía con toda humildad que era como ser músico y colaborar con Beethoven. “Son dos planos distintos. Se puede decir que yo y otros muchos como yo tenemos talento. Pero una cosa es tener talento y otra, ser un genio”.