La Iglesia ayudó a 2,5 millones de personas sin ingresos
El 35% de los contribuyentes marcó la casilla en el 2013
La Iglesia española asistió durante el 2013 a 4,1 millones de personas, de las que 2.5 millones fueron atendidas en centros para mitigar la pobreza. Estos son algunos de los datos recogidos en la Memoria Anual de Actividades correspondiente al ejercicio del 2013 y que esta semana ha presentado el vicesecretario de asuntos económicos, Fernando Giménez Barriocanal. Una labor desplegada gracias a los 8.940 centros asistenciales repartidos en el territorio, con un incremento de 355 con respecto al año anterior. En el último cuatrienio, según indicó Barriocanal, las actividades caritativas de la Iglesia aumentaron un 76%.
Por ello, agradeció el apoyo de los 9 millones de contribuyentes que en 7,3 millones de declaraciones de la renta del citado ejercicio marcaron la casilla de la Iglesia católica, lo que supone el 34,88% del total de declaraciones. La cifra de declarantes se mantiene estable en los últimos años, aunque no la recaudación debido a la crisis. De la asignación tributaria, el 79% se envía directamente a las diócesis para su sostenimiento, y el 21% restante se distribuye según los criterios aprobados anualmente en asamblea plenaria: seguridad social del clero y obispos, proyectos de rehabilitación y construcción de templos de las distintas diócesis, actividades pastorales, Cáritas Diocesanas, entre otras cuestiones.
De todas maneras, la asignación tributaria supone un 23% del total de los recursos de las diócesis españolas. Según la memoria del ejercicio del 2013, el 36% proviene de las aportaciones voluntarias de los fieles, que son la principal fuente de financiación. El 20%, de “otros ingresos corrientes”; el 11%, de ingresos de patrimonio y actividades. Un 7% llega de “ingresos extraordinarios”, y el otro 3%, de necesidad de financiación.
Las diócesis españolas destinan el 26% de los recursos que reciben a acciones pastorales y asistenciales, el 25% a conservación de edificios y gastos de funcionamiento, mientras que el 20% está dedicado a la retribución del clero. El 12% son gastos extraordinarios, el 11% es para la retribución del per- sonal seglar y, finalmente, el 6% de estos recursos se aporta a los centros de formación.
En cuanto al reparto de la asignación tributaria en el año 2013, la diócesis que recibió una mayor aportación fue la de Madrid, con 14.573 millones de euros. La de Barcelona ocupa el sexto lugar en cuanto a recursos recibidos, con 4.757 millones. La segunda dióce- sis que más recibió en este reparto de la asignación tributaria fue Valencia (8.724); la tercera, la de Toledo (5.221); la cuarta, la de Santiago de Compostela (5.163), y la quinta, la de Sevilla (4.800).
El vicesecretario de asuntos económicos quiso destacar también la “relevancia de la actividad educativa”. En el ámbito no universitario hay 2.601 centros católicos que emplean a 123.229 personas para atender a un total de 1.441.753 alumnos. La red de colegios concertados ahorra a las administraciones públicas 2.850 millones de euros, según la estimación de la Conferencia Episcopal al calcular el coste entre una plaza en un centro concertado y en uno público.
La memoria también subraya la labor realizada por los 25.660 profesores que imparten clases de Religión Católica a los 3,5 millones de alumnos inscritos voluntariamente. En cuanto al ámbito universitario, en España hay 14 universidades pontificias o de inspiración católica donde se están formando 83.279 estudiantes, según los datos del 2013.
Madrid fue la diócesis que más recursos recibió de la asignación tributaria; Barcelona, la sexta