La gran Viena que proyectó Hitler
Una exposición recrea el mensaje urbanístico del III Reich
La muestra está en las antiguas caballerizas imperiales en Viena, que desde el 2001 alberga un conjunto de nuevos museos de arte moderno bajo el nombre de Barrio de los Museos. Uno de ellos es el Architekturzentrum, donde mediante documentos, fotos, proyectos, planos, mapas, películas y maquetas se intenta reproducir el mensaje urbanístico y arquitectónico del nazismo entre 1938 y 1945 en Viena, es decir, cuando la antigua capital del imperio romano-germánico y del subsiguiente imperio de Austria-Hungría, había sido degradada al rango de capital de una provincia del Tercer Reich.
Lo que allí se ofrece es la basura de una megalomanía de enanos. Al entrar en ella he recordado involuntariamente una escena que pude presenciar en Bucarest durante una visita del presidente soviético Gorbachov en mayo de 1987. El dictador Ceausescu había destruido una zona de la ciu- dad para construir allí su monstruoso palacio de la República. Durante la visita, el dictador explicaba a su huésped con una vanidad mal disimulada: “Am demolat totul în cartierul vechi” (hemos demolido todo el distrito viejo).
La exposición de Viena docu- menta de hecho la prehistoria de un terremoto cultural que no llegó a tener lugar debido a que Hitler perdió la guerra. Klaus Steiner, ex jefe de urbanismo de la ciudad de Viena y actual director de la exposición, es una fascinan- te personalidad. Como él mismo relata, tuvo que tomar muchos cafés con pastas con las viudas de los arquitectos del nazismo para conseguir que le cedieran algunos de los planos y proyectos de la Gran Viena que hoy se exhiben en un sala abovedada que en el siglo XVIII había servido de establo a los caballos imperiales.
Steiner está convencido de que su exposición demuestra que el calificativo utilizado por los aliados en el llamado memorándum de Moscú de 1943 (“Austria ha sido la primera víctima de la agresión nazi”) es falsa. La cooperación de los arquitectos, autoridades administrativas, empresas y organizaciones civiles vienesas, no permiten calificarles de “víctimas de una agresión”.
La impresión que uno tiene después de haber visitado con Steiner toda la exposición es algo más articulada. Existe una analogía urbana y arquitectónica que puede aplicarse a cuatro épocas de la ciudad: la imperial (hasta 1918), la corporativista (hasta 1938), la nazi (hasta 1945) y la actual. Esta analogía comprende la industria, la construcción de viviendas, la infraestructura técni-
La muestra documenta la prehistoria de un terremoto cultural que no llegó a tener lugar Se planteaba la demolición de la judería del distrito de la Leopoldstadt
ca y no permite hablar de una “arquitectura nazi”. De todas formas sí existe una forma especial nazi de aplicar el urbanismo, planeando por ejemplo la demolición de la judería del distrito de la Leopoldstadt para construir una grandiosa avenida que después de atravesar el canal de Danubio y el mismo Danubio desembocaría en una especie de templo.
Lo propiamente nazi eran los grandes proyectos, que no llegaron casi nunca a ser realidad. Han