EasyJet lanza un plan de eficiencia para volar ligero
La firma rediseña asientos y digitaliza el papeleo del piloto
Cura adelgazante para las aerolíneas. El objetivo es reducir carburante para ahorrar costes, y uno de los recursos es limitar el peso a bordo. El anuncio esta semana de la IATA (Organización Internacional del Transporte Aéreo) de reducir el tamaño del equipaje de mano de los pasajeros es un síntoma de una tendencia muy clara: hay que volar más ligeros para gastar menos.
Hace unos días, con ocasión del acto Innovation Day, EasyJet dio a conocer algunas medidas de su “laboratorio de ideas” que muestran el camino que (tal vez) el resto de las aerolíneas seguirá en los próximos años. La batería de propuestas abarca varias fases del vuelo, pero sin pedir más sacrificios al pasajero para ganar en eficiencia.
Asientos. Como ya están estudiando varias aerolíneas, en el futuro los asientos serán más delgados, pero no por ellos menos cómodos. Su estructura es más esencial, y el relleno, más fino. Pero el contrapunto es que, al ocupar menos volumen, se podrá estirar más las piernas. La compañía estima que estos nuevos modelos podrán ser hasta un 25% más ligeros (en conjunto, los actuales pueden llegar a pesar 600 kilos). Esta sustitución supondrá el ahorro del 3% del gasto de combustible por hora.
Documentos. Parece increíble en pleno siglo XXI, pero los pilotos todavía acostumbran a llevar consigo los mapas de la navegación: la burocracia que no cesa. A esto hay que añadir los manuales de instrucción y mucho papeleo. No es poca cosa: estamos hablando de unos 25 kilos. Pues bien, en el futuro los comandantes llevarán la documentación en una tableta (un modelo robusto que ya se emplea en el sector militar). Eso sí: se prevén procedimientos de seguridad en el caso que fallara el aparato o su batería.
Residuos. Siempre en lo que se refiere al peso, pocos saben que simplemente por respirar se genera un vapor de agua. Se ha calculado que durante un vuelo de medio re- corrido se pueden formar hasta 250 kilos de vapores. Para aligerarlo, se instalará una máquina (que sólo pesa 30 kilos) para eliminar esta cantidad durante el vuelo.
Impresión 3D. Esta técnica se utilizará para imprimir algunas piezas del aparato, por ejemplo los reposabrazos, las bocas de manguera del combustible, las aspas del ventilador. El resultado final no sólo es más preciso respecto a una soldadura sino9 que, además, es más ligero, acelera el proceso de sustitución y reduce el almacenamiento de las piezas de repuesto.
Diseño y mantenimiento. A la espera de que entren en funcionamiento los nuevos aviones de Airbus (la versión Neo puede consumir un 15% menos de combustible),
P R E C I O S los aparatos del futuro llevarán en el extremo de las alas una protuberancia vertical de casi dos metros. Un simple detalle que mejora la aerodinámica y reduce un 4% el consumo.
Inspecciones técnicas. EasyJet prevé que para el 2016 ya no se hagan de forma manual. Lo hará un dron que observará de cerca con una precisión de milímetro el exterior del aparato para detectar anomalías, imperfecciones, pequeñas grietas. La técnica se usó para inspeccionar las centrales nucleares de Fukushima tras el tsunami. El dron hará un escáner digital del aparato en media hora. La misma operación, a cargo de los técnicos, puede suponer un día entero. Así, el avión pasará a estar disponible en menos tiempo y los pasajeros deberían sufrir menos retrasos (EasyJet prevé que para el 2020 sólo haya dos retrasos por cada 1.000 vuelos).