El Pentágono propondrá un rearme ante la frontera europea con Rusia
Washington. Corresponsal El Pentágono considera que la agresión rusa a Ucrania requiere una determinación disuasoria de la OTAN y con esa idea propondrá al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un rearme significativo de las bases militares estadounidenses en las repúblicas bálticas y otros países fronterizos con Rusia que antes de la caída del muro pertenecían a la Unión Soviética o área de influencia.
El plan del Pentágono incluye la concentración de un arsenal considerable de armas pesadas, carros de combate y vehículos de guerra para una dotación de 5.000 soldados, según informó ayer The New York Times. Sería la primera vez desde la guerra fría que Estados Unidos instala armamento pesado tan cerca de la frontera rusa. Aun tratándose de un rearme significativo, el despliegue sería infinitamente menor del que ya dispone Rusia en su frontera, pero consideran los estrategas militares estadounidenses que cumpliría el objetivo disuasorio en forma de mensaje, en el sentido de que la OTAN no permanecería impasible ante otra agresión como la que determinó la anexión de Crimea.
Se trata también de tranquili- zar a las repúblicas exsoviéticas y ahora prooccidentales que se han sentido amenazadas tras el conflicto de Rusia con Ucrania.
La iniciativa del Pentágono es una propuesta que el secretario de Defensa, Ashton Carter, se plantea elevar al presidente Obama, pero que presenta algunos obstáculos políticos. Mientras las repúblicas bálticas vienen reclamando mayor protección, los aliados de la UE consideran que la concentración de armamento pesado podría tener efectos contraproducentes, en el sentido de justificar la actitud agresiva del líder ruso, Vladímir Putin.
“El ejército estadounidense continúa revisando la mejor ubi- cación para almacenar estos materiales en consulta con nuestros aliados”, declaró el coronel Steven H. Warren, portavoz del Pentágono. La propuesta del Pentágono no plantea en ningún caso desplegar un contingente estable de tropas en la zona, pese a que las repúblicas bálticas así se lo solicitaron al presidente Obama en su última visita, hace unos meses.
La relación de Estados Unidos con las repúblicas bálticas tiene una componente histórica sentimental. Obsérvese, por ejemplo, que, en vísperas de anunciar su candidatura a la presidencia, Jeb Bush realizó una gira por Europa recalando expresamente en Tallin, la capital de Estonia.