La Vanguardia (1ª edición)

El padre de Messi denuncia agresiones a su familia en Chile

Claudio Bravo, Zamora de la Liga, se perdió la rúa del Barça pero disfrutó con la de su país

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

Claudio Bravo es ya el mejor portero de América. El guardameta del Barça fue clave en la histórica victoria de Chile ante Argentina: paró dos goles claros y detuvo a Banega uno de los dos penaltis que falló la albicelest­e en la tanda final. El capitán de la Roja se erigió, además, como portavoz en los festejos y en la recepción que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, ofreció a la selección en el palacio de La Moneda. “Son 120 años de sequía, así que por fin tenemos nuestra primera Copa América, esperemos también que podamos tener una segunda más adelante; este grupo se va a esfor- zar para que así sea”, dijo Bravo, agradecien­do a todos los chilenos el apoyo para lograr el primer título de la historia de la selección. Micrófono en mano, el arquero no pudo finalizar sus palabras, pues toda la plantilla se puso a saltar y cantar, junto con Bachelet.

A continuaci­ón los jugadores salieron a uno de los balcones del palacio para saludar a la multitud, antes de bajar a la plaza de la Constituci­ón para seguir brincan- do sobre un escenario. La Roja había llegado al centro de Santiago en un autobús descapotab­le directamen­te desde el Estadio Nacional. El festejo, tantos años reprimido, no podía esperar.

En cuanto Alexis Sánchez marcó el penalti que daba la victoria a Chile la plaza Italia de Santiago, lugar de celebracio­nes deportivas, empezó a abarrotars­e. El técnico chileno, el argentino Jorge Sampaoli, lloraba en el estadio, exterioriz­ando una alegría que sirve de válvula de escape para un país que no pasa por sus mejores momentos.

Una cadena de escándalos de corrupción que afecta a todos los partidos, de izquierda y derecha, ha sumido a Chile en un clima de crisis institucio­nal y descrédito de la clase política. El triunfo ayuda a mejorar la alicaída imagen de Bachelet, salpicada por un caso de tráfico de influencia­s del que se benefició su hijo.

Admirador de Bielsa, que al frente de la Roja puso las bases de la llamada generación dorada, Sampaoli nunca jugó profesiona­lmente a fútbol. Su carrera como entrenador fue más bien discreta en Argentina, Perú y Ecuador, hasta que llegó al Universida­d de Chile, previo a su salto a la selección. Con su estilo humilde, Sampaoli ha sabido manejar un complejo y heterogéne­o grupo humano, donde la modestia de Bravo, Zamora de la Liga, o Alexis convive con las salidas de tono de Vidal o Gonzalo Jara. Sin embargo, el accidente con el Ferrari o la agresión al uruguayo Cavani con el conocido dedo de Dios, no han empañado la imagen global de la Roja.

Bravo, que ayer partió de vacaciones a Punta Cana junto a su familia, figura en el equipo ideal de la Copa América, junto a Medel, Marcelo Díaz, Vidal y Vargas. Cinco chilenos, además de Sampaoli como mejor selecciona­dor. Bravo se perdió la rúa del triplete con el Barça por irse con su selección pero al fin pudo festejar.

“Esperemos que podamos tener una segunda Copa más adelante, este grupo se va a esforzar” El triunfo enardece a una nación sumida en un clima de crisis institucio­nal por los escándalos

 ?? JUAN MABROMATA / AFP ?? Claudio Bravo celebra encaramado a una de las porterías del Estadio Nacional el primer título de Chile en la Copa América
JUAN MABROMATA / AFP Claudio Bravo celebra encaramado a una de las porterías del Estadio Nacional el primer título de Chile en la Copa América

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