Reducir el riesgo
Determinar las capacidades psicofísicas del conductor, la formación y una señalización inteligible son las claves para evitar accidentes
Para minimizar los riesgos que puedan sufrir los conductores veteranos, hay tres factores fundamentales: medir de forma adecuada sus capacidades psicofísicas, el reciclaje ante una realidad que no es estática y una señalización y una red viaria adecuadas para estos automovilistas.
En España actualmente, las pruebas de las revisiones del permiso de conducir son las mismas, en términos generales, para todas las edades. En el 2009, sin embargo, hubo un cambio legislativo, que no sólo amplió los plazos entre renovaciones para los mayores de 70 años, sino que también redujo el número de facultativos que obligatoriamente deben estar en los centros.
El tiempo máximo entre dos renovaciones del carnet para los mayores de 70 años pasó de 2 a 5 años. De todas formas, la ley deja a criterio de los responsables de los centros de reconocimiento, reducir el plazo o introducir restricciones a los conductores.
Según Bonifacio Martín, esto ha provocado que lo único que les importe a algunos conductores mayores sea conseguir la renovación del permiso por el máximo tiempo posible, no que les revisen bien. Cuando ven que quizás no lo consigan, optan “por buscar un centro que sí les asegure ese plazo máximo”. El problema es, según Martín, que esto abre la puerta a que muchos centros, menos escrupulosos, sean un coladero y estén lanzando a la carretera “con- ductores que son un peligro para ellos mismos y para los demás”. Martín se lamenta de que “no hay una uniformización de los criterios de los centros de toda España y que la Administración no haga controles ni inspecciones para asegurar que las cosas se hacen correctamente”.
Para Luis Montoro, espaciar los reconocimientos cada 5 años, también presenta otros problemas. Estas personas enferman más y las enfermedades se desarrollan de forma más rápida, por lo que no es muy aconsejable “que en alguien de esas edades puedan trascurrir hasta 5 años entre dos reconocimientos”.
Además, explica Montoro, en algunos países de la Unión Europea, si un médico detecta un problema de salud que pueda afectar a su capacidad para conducir, está obligado a comunicarlo. Esto no pasa en España.
El 40% de los conductores de más edad toma cinco medicamentos o más, sin que en los reconocimientos, muchas veces, se tengan en cuenta los efectos que pueden tener sobre las aptitudes necesarias para conducir.
Por otro lado, antes de 2009, las pruebas las hacían obligatoria- mente un médico de medicina general, un psicólogo y un oftalmólogo. Con la reforma del reglamento, en los centros sólo es obligatoria la presencia de un médico de medicina general y un psicólogo. El médico puede derivar a los pacientes a un oftalmólogo, para determinar las capacidades visuales de cada conductor y aplicar así las restricciones que considere necesarias.
Una buena condición psicofísica es condición necesaria, pero no suficiente. La otra es tener los conocimientos necesarios de una realidad que no es inamovible: cambian las carreteras, los coches, las normas y la señales. Y según Luis Montoro, a pesar de que la legislación “es algo que contempla, no se tiene nada en cuenta”. El reciclaje en todos los aspectos de la conducción es inexistente. El propio Montoro sometió a 3.000 conductores con cinco o más años de antigüedad a un examen tipo de la DGT. “El 66,5% suspendió y las personas mayores fueron las que obtuvieron peores resultados”.
En los conductores mayores, la vista es de las primeras capacidades que empeoran. Por eso Montoro opina que las señales de tráfico deberían estar escritas en minúsculas, porque son más legibles, y que además tienen que ser creíbles e inteligibles (bien colocadas y que no induzcan a confusión). Además, según Unespa haría que modificar “la infraestructura viaria”, para ampliar el tamaño de los carriles, extender la longitud de las incorporaciones o modificar la disposición de las rotondas”.
“Las enfermedades de los mayores progresan más rápido y por eso las revisiones deberían ser más frecuentes”