Más de 12.000 Harleys toman Barcelona
Fiesta motera por las calles de la ciudad
El intenso calor no pudo con la fiesta motera. Más de 12.000 motoristas subidos, la mayoría de ellos, a una Harley-Davidson tomaron ayer por la mañana las calles de Barcelona en el tradicional desfile de banderas. Un acto con el que se ponía punto y final a la séptima edición de esta feria urbana que la marca de estas motocicletas organiza en la capital catalana. Es la que mayor número de aficionados atrae en toda Europa. Conductores procedentes de una veintena países no se quisieron perder este paseíllo, marcado por el rugido del motor de estas míticas motos y el cuero.
En las calles, miles de barceloneses pudieron contemplar de cerca el desfile que ha durado casi cuarenta minutos y que partió de la avenida del Estadi de Montjuïc. En total se recorrieron unos trece kilómetros a 20 kilómetros hora. Una velocidad que permitía visualizar con claridad la columna motera que se desplazó por las principales calles de la ciudad. De hecho, a lo largo de toda la mañana la presencia de motoristas que, a primera hora de la mañana se dirigían en grupo hacia Barcelona y luego hacia el mediodía regresaban a sus lugares de origen, fue constante en las principales vías de acceso a la capital catalana.
A lo largo de tres días 20.000 Harley-Davidson se han desplazado hasta el recinto de Fira de Barcelona, en Montjuïc para conocer de cerca el mundo de esta marca de motos e impregnarse de su filosofía y estilo de vida. Una muestra que atrae a los amantes y propietarios de Harleys, pero también a todos los interesados en estas motoci- cletas. Al margen de la feria, también se organizaron rutas guiadas, en las que han participado 400 motos. La más demandada ha sido la que recorre Barcelona durante la noche.
La edición de este año ha destacado por rendir homenaje a la Guardia Urbana por su labor, año tras año, en hacer realidad este encuentro. Cómo agradecimiento Harley-Davidson entregó el pasado viernes la Harley clásica, modelo JD de 1928, a la policía local. Este modelo clásico fue adquirido por el Ayuntamiento para la Guardia Urbana como parte de la flota para prestar servicio durante la Exposición Internacional de Barcelona, en el 1929. Durante tres días los aficionados han podido ver de cerca esta motocicleta recién restaurada.
En el recinto también se organizaron demostraciones de conducción de una Harley.