Hamilton vence y Alonso se estrena
El inglés se recupera de una pésima salida, acierta en la estrategia bajo la lluvia y da otro golpe de autoridad
“La adversidad es ocasión de virtud”, escribía el filósofo romano Lucio Anneo Séneca. Como si fuese su autor de cabecera, Lewis Hamilton, crecido por el calor de 140.000 seguidores en casa, se erigió en el protagonista del proverbio, le dio forma humana y evidenció que es mejor piloto cuanto más se le complica el camino. El inglés logró su quinta victoria del año, una de las más sufridas de las 38 que adornan su palmarés, y volvió a dar un golpe de autoridad al Mundial cuando más cuestionaba su liderato su íntimo enemigo Nico Rosberg, que le había birlado 3 de las últimas 4 victorias.
Ni una pésima salida, sorprendido por los chicos Martini disfrazados de rayo con sus Williams, ni un coche de seguridad virtual (VSC), ni la aparición de la lluvia en el tramo final fueron obstáculo suficiente para que Hamilton se apartara de su objetivo. Su ambición y hambre de gloria no tienen freno. Si su pilotaje agresivo y la querencia por el riesgo no fueran suficiente, la estadística siempre acaba ilustrando la voracidad de Lewis. Ayer batió un récord que ha durado 45 años (desde Jackie Stewart, 1968-70): enlazar 18 GP seguidos siendo líder de carrera en algún momento. Un Mundial entero. Hamilton no sabe conformarse con las migajas.
Aunque ayer en Silverstone le costó 22 vueltas hacerse con el mando de una carrera que se le puso muy cuesta arriba en la salida. Como hace 15 días en Austria, le robaron la cartera en el arranque. “Para ser honesto, mi embrague funcionó bien, lo que pasó es que tenía muy poco agarre”, explicaba. Massa le pasó como una exhalación, y Bottas le avanzó hasta la tercera curva, en la que recuperó la segunda plaza. Poco le duró. Tras marcharse el coche de seguridad por el accidente de los Lotus, en la cuarta vuelta Lewis se precipitó al atacar a Felipe, se pasó de frenada, y el finlandés, atento, le relegó al tercer puesto.
Tocaba épica. La primera genialidad de Hamilton llegó en el primer pit-stop (una parada sideral en 2,4s), en el que, tras pegarse a los Williams en las vueltas previas, los superó y tomó el mando (v. 22). Comenzó ahí su fuga, que no pudo abortar ni el VSC –por el abandono de Carlos Sainz– ni la aparición de la lluvia a falta de 15 vueltas, que amenazaba con enloquecer la carrera. Lewis volvió a crecerse ante el riesgo. Esperó el momento justo para calzarse las gomas de agua, a falta de 9 giros, y acertó. “Creo que
“Por primera vez tomé la decisión correcta”, decía Lewis, preciso al calzarse las gomas de agua Nunca estarán más cerca de ganar tras sorprender a los Mercedes en la salida; la lluvia los dejó sin podio
por primera vez en mi carrera tomé la decisión acertada con los neumáticos”, decía el inglés, exultante ante el fervor de su gente. “Ha sido una de las carreras más complicadas que he tenido, pero también ha sido emocionante para los aficionados”.
Rosberg pudo minimizar los daños escalando hasta la segunda plaza con dos buenos adelantamientos en mojado a los Williams, que acabaron sin el premio del podio. El tercer cajón se lo llevó Vettel, astuto al cambiar rápido de gomas.