La campaña de Turan
La primera parte de la campaña de las elecciones del Barça ha estado abducida por el tema deportivo. Primero, Paul Pogba, el medio francés de la Juventus, y luego sobre todo Arda Turan, el turco del Atlético de Madrid, han sido los auténticos protagonistas del aperitivo. A los aficionados del Barça les interesa de forma prioritaria lo que pasa en el campo. Hacen una abstracción: se ven sentados en el Camp Nou a primeros de septiembre.
Los cromos polarizan en muchas ocasiones las elecciones en los clubs de fútbol. Florentino Pérez ganó las elecciones a Lorenzo Sanz en el Madrid porque fichó a Luis Figo, que pensó que no ganaría ese candidato. Sanz había ganado la Copa de Europa, y en las votaciones de las urnas se impuso, pero Florentino venció a través del voto por correo, más influenciable de forma directa.
La directiva que presidía Laporta en 2003 ganó prometiendo a Beckham, que después no vino. Es cierto que llegaron a un acuerdo con el Manchester United, pero después el jugador inglés se fue al Madrid, porque faltaba el sí del jugador. Al Barça, sin embargo, le salió mejor fichar a Ronaldinho en su lugar. El brasileño inició el auténtico proceso del cambio.
En estos inicios de campaña, Pogba fue el primer cromo. Ejecutivos del Barça, dependiendo de la Gestora, se desplazaron a Milán para bloquear el fichaje del jugador por otro club. Nunca dijeron antes de ir que iban a ficharlo, sino a oficializar el interés y a cerrar la posibilidad de que pudiera ir a otro equipo de aquí al 18 de julio, día de las elecciones. Esos dos objetivos los consiguieron y representantes de la Juventus anunciaron que Pogba se quedaría en el equipo italiano hasta final de la temporada que viene. Una de las perlas del mercado quedaba desactivada hasta que el Barça tuviera presidente electo. No podía ser utilizada por ningún precandidato.
Pogba y Arda: el tema deportivo ha sido el gran protagonista de la primera parte de las elecciones
Pero la bomba fue Arda Turan. El jugador turco del Atlético de Madrid era el refuerzo que había pedido Luis Enrique. Hace ya dos meses se habían iniciado las negociaciones que se acabaron de rematar, por parte de Bartomeu, en periodo de precandidatura. Líos y presiones aparte sobre la Gestora, la incorporación del futbolista es buena para el FC Barcelona. Primero porque es un expreso deseo del entrenador que ha logrado el triplete para suplir la sentida baja de Xavi, segundo porque es un buen refuerzo para el equipo con un jugador que conoce perfectamente la Liga española y no necesita periodo de aclimatación alguno. Y tercero, porque al final quien lo ficha es el Barça, que es lo importante.
Ni se debe colgar Bartomeu el mérito de la operación ni se lo deben descolgar Laporta y Benedito. Es el tipo que estaba en la lista de Luis Enrique. Lo que sí es más complicado son los nombres que se insinúan y que no han estado ni están en esa lista. El FC Barcelona ha trabajado bien para que el técnico cuente con la plantilla que necesita para volver a ganarlo a todo, con el ilusionante horizonte de imponerse en las dos Supercopas, la europea y la española, y en el Mundial de clubs que llevaría a este Barça a lograr un sexteto histórico. No va a ser fácil pero están todos los condimentos para poder conquistar tres títulos más de aquí a diciembre. Y eso sí que importa mucho a los socios del FC Barcelona.