Grecia extiende el corralito mientras persigue un acuerdo contra reloj
“Nos quedan 48 horas para mantener al país en la eurozona”, dice una viceministra
Grecia se acostó como un pequeño país que había plantado cara a los poderes extranjeros y se levantó como un pequeño país acorralado al que se le acaba el tiempo. El reloj de Alexis Tsipras está en cuenta atrás para lograr un acuerdo con los acreedores y esquivar una salida del euro potencialmente catastrófica.
El primer ministro griego nunca ha sido tan fuerte pero tampoco nunca ha tenido ante sí una tarea tan titánica. Tsipras, líder de la coalición de izquierda radical Syriza, fue masivamente respaldado en el referéndum de domingo, en el que el 60% de los votantes rechazaron las condiciones de los acreedores a cambio de un nuevo paquete de ayuda que el país necesita para mantenerse a flote. Ha recibido el mandato para negociar mejores condiciones, pero debe lograr lo que parece una cuadratura de círculo: restablecer los puentes rotos con los poderes europeos, arrancarles un acuerdo que pueda vender al electorado –y a su partido–, y salvar el país del desastre.
“Nos quedan 48 horas para mantener a Grecia en la eurozona”, declaró a la BBC Rania Antonopoulou, viceministra de Empleo y una de las voces más moderadas en el Gobierno de Syriza.
La situación financiera de Gre- cia se deteriora día a día. Las autoridades bancarias confirmaron ayer lo que ya todos los griegos sabían: que hoy no iban a abrir los bancos como estaba previsto ni lo harán el miércoles. Lo cierto es que, sin un acuerdo a la vista, nadie sabe cuando podrán.
Los bancos están cerrados, los griegos sólo pueden retirar 60 euros al día de los cajeros –que en realidad ya se han convertido en 50 porque escasean los billetes de veinte– y las transferencias al extranjero están bloqueadas.
El corralito, decretado hace una semana para evitar la hemorragia masiva de fondos, está estrangulando la economía y comienza a haber problemas de abastecimiento de alimentos y medicinas. “Algunos hospitales se han quedado sin sutura y no pueden operar. En la mayoría faltan medicamentos, incluidos los antisépticos, prótesis y todo tipo de material”, explicó a este diario el cirujano Yorgos Eleftheriou, presidente del sindicato de médicos de hospitales públicos. “La situación en las clínicas privadas es algo mejor, aunque también hay problemas con los seguros, que retrasan sus pagos. Esperan a ver qué pasa, porque si pagan en dracmas les saldrá mucho más barato”, añadió.
Hay problemas de abastecimiento en las farmacias. “En los últimos días la gente ha compra- do grandes cantidades de antibióticos, analgésicos y todo tipo de medicinas para lo que pueda pasar”, aseguró. Ha ocurrido lo mismo en los supermercados.
El golpe a las empresas es severo. El corralito está empujando la economía a la “parálisis total”, aseguró Konstantinos Mijalos, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Atenas, que recordaba a Tsipras la promesa que hizo en campaña: “Es imperativo que el Gobierno cumpla su compromiso de lograr un acuerdo en 48 horas. No podemos permitirnos el lujo de esperar”.
Mijalos reclamó medidas de “urgencia” para el sector alimentario y farmacéutico y aseguró que a finales de semana Grecia empezará a sufrir “graves problemas de escasez alimentaria”, y señaló que la temporada turística está en su pico. La incapacidad de las empresas para pagar a los suministradores extranjeros está castigando duramente a una economía que depende de la importación. “La poca industria exportadora que tenemos está paralizada”. Hay empresas con contenedores en el puerto listos para ser enviados pero que están bloqueados porque los clientes extranjeros no se atreven a hacer los pagos. Y muchos han optado por cerrar las fábricas: en la industria por falta de materia prima y en el retail por la caída de consumo. “Nadie quiere gastar sus 50 euros diarios”.
Cada hora que pasa sin acuerdo, Grecia está más cerca de tener que emitir una moneda paralela. “El 15 de julio el Gobierno debe
Faltan medicamentos y material médico y comienza a haber escasez de alimentos
pagar a los funcionarios. Pero sin ingresos, ya que en las circunstancias actuales el Estado no recauda impuestos, no veo como podrá pagarlos. Lo más probable es que les pague una parte en euros y el resto en otra forma de moneda”, pronostica Mijalos.
La decisión de Tsipras de reemplazar al polémico Yanis Varufakis al frente del Ministerio de Finanzas se interpreta como un gesto de conciliación hacia los acreedores de la UE, BCE y FMI. En su primera intervención pública como nuevo ministro, Euclid Tsakalotos declaró que los griegos habían expresado en el referéndum que “merecen” que les traten mejor y que “no aceptarán una solución no viable”.
Son horas críticas para Grecia y exigen gestos excepcionales. Por primera vez en mucho tiempo, todos los partidos –excepto los neonazis de Aurora Dorada– se sentaron ayer en una misma mesa para apoyar al Gobierno y acordar un frente común sobre las cruciales negociaciones con los acreedores. La reunión, celebrada en el palacio presidencial, duró más de siete horas y produjo un comunicado conjunto en el que los partidos del Gobierno y de la oposición, que tan duramente se han enfrentado en la última semana antes del referéndum, esbozan las líneas maestras que debe contener el acuerdo.
El documento insiste en que el no masivo del domingo no debe ser interpretado como un mensaje de “ruptura” con Europa, sino como un “mandato para seguir e intensificar el esfuerzo para conseguir un acuerdo socialmente justo y económicamente viable”, que debe incluir medios para combatir el desempleo, apoyar a los empresarios y abordar la cuestión de la viabilidad de la deuda pública.
Frente común del Gobierno y toda la oposición para alcanzar un acuerdo