EE.UU. parece impotente ante el ‘Grexit’
Arrecian las críticas la falta de liderazgo del FMI
Nadie en las capitales del poder global, desde Washington hasta Pekín, se siente cómodo con la creciente posibilidad de una salida de Grecia de la zona euro. Pero, a diferencia de otros momentos de la crisis, ni Washington parece estar capacitado para evitarla.
Es el dilema de una economía global sin potencia hegemónica. “Todos saben que el Grexit podría ser el inicio de un proceso que acabaría llevándose a otros países como España, pero hay falta de liderazgo en Washington, que recuerda a la situación antes del crac de 1929” dijo Vangelis Papachristos, representante de Grecia en la OCDE.
En otros momentos, EE.UU. habría utilizado su peso en el FMI para evitar un evento muy peligroso tanto en el ámbito financiero como geopolítico. El Grexit podría acarrear una moratoria sobre más de 300.000 millones de euros de deuda y la posible creación de un estado fallido en una zona caliente de Europa, ha advertido el ex secretario del Tesoro Larry Summers.
Pero la actuación del FMI –bajo el cada vez más cuestionado lide- razgo de Christine Lagarde– se ha caracterizado por la esquizofrenia. No ha podido combatir una estrategia europea –imponer austeridad sin condonar la deuda– que viola todas las normas de actuación del FMI. EE.UU., eso sí, impuso su criterio la semana pasada –contra las protestas alemanas– cuando se hizo público un informe del FMI que resaltaba la necesidad de reestructurar la deuda griega.
Pero todo indica que el Fondo va a seguir a Washington hacia el desentendimiento de una crisis que no entiende. Herido por el probable impago sobre créditos por 1.600 millones de euros con más de 30.000 millones más en riesgo, todo indica que el Fondo ya busca una forma de salir de la troika.
“Hacía falta liderazgo, pero madame Lagarde ha sido muy débil”, dijo Stephanie Griffith Jones, del Instituto de Desarrollo en Sussex (Reino Unido). El Fondo emitió un comunicado ayer en el que se limitó a decir como respuesta al referéndum: “Estamos observando de cerca la situación y dispuestos para ayudar a Grecia si lo solicita”.
EE.UU. intervino con más energía en la eurocrisis hace tres años. Tim Geithner, el entonces secretario del Tesoro, realizó una agresiva diplomacia de crisis viajando repetidamente a Europa. En su libro Zero hedge, Geithner recuerda haber discutido entonces con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien “quería darle a Grecia con un bate de béisbol”. Jack Lew, que sustituyó a Geithner al mando del Tesoro, no ha viaja-
Con 31.000 millones de riesgo en Grecia, todo indica que el Fondo ya busca una forma de salir de la troika
do a Europa en las últimas semanas.
Cuando Syriza ganó las elecciones en enero, Tsipras contaba con que EE.UU. fuera un aliado crucial frente a sus acreedores . Pero la salida de Varufakis puede ser un acto simbólico de reconocimiento del fracaso de la estrategia. “Varufakis tiene buenos contactos en EE.UU.; Tsakalotos tiene menos peso inter- nacional”, manifestó Papachristos.
Tsipras intentará presentar a Tsakalotos como la prueba de que el referéndum marca el inicio de una nueva fase . “Señala que está dispuesto alcanzar un acuerdo”, dijo Panicos Demetriades, economista de la Universidad de Leicester. “No es del interés de nadie permitir que el euro se fragmente”.
Según fuentes en Atenas, el Gobierno calcula que el cierre de los bancos no puede durar más de una semana. Si el BCE no proporciona suficiente liquidez, “pasaremos a las alternativas, concretamente a la nacionalización de los bancos”, dijo un alto cargo del Gobierno. Entonces, la salida de Grecia de la zona euro sería muy difícil de evitar.