Freixenet planta viñas en la Cerdanya
Freixenet también se ha adentrado a estudiar los efectos del cambio climático sobre el vino y que ha llevado a otras bodegas catalanas a plantar viñedos a mayor altura. Freixenet ha escogido la Cerdanya, una zona no incluida en la DO Cava, para plantar, a 1.200 metros de altitud, viña experimental de la que obtener uvas con las que elaborar un espumoso. Nadie antes había elevado tanto sus viñas en Catalunya. El director de comunicación de Freixenet, Pere Bonet, y el director técnico, Josep Bujan, presentaron ayer este proyecto experimental que se ha concretado en la plantación de 3,4 hectáreas de viñedos en Riu de Cerdanya, donde se sigue una agricultura ecológica en suelos muy ricos en materia orgánica. La puesta en marcha del proyecto supone una inversión de unos 200.000 euros, y no descartan acabar construyendo una pequeña bodega. Sus primeras botellas podrían elaborarse en el Penedès. La primera añada en el mercado podría ser la del 2017, con una producción de entre 12.000 y 15.000 botellas.
Hace sólo un mes que han acabado de plantar 12.093 vides, de las variedades blancas moscatel de grado menudo y parella- da y la tinta pinot noir. Freixenet se ha aliado con los propietarios de las fincas situadas junto al parque natural de Cadí-Moixeró, los hermanos Josep, Esteve y Toni Marginet. En la Cerdanya la viña desapareció hace un siglo.
Como consecuencia del cambio climático “existe una tendencia a que se produzca un desfase entre la madurez en el contenido en azúcares y la madurez de aromas y polifenoles”, según el proyecto Cenit Deméter. Impulsado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, y liderado por Torres, el estudio ha permitido analizar cómo este desfase supone un reto para los elaboradores, ya que el consumidor prefiere vinos de aroma intenso, taninos maduros y menor grado alcohólico.