7 de julio, San Fermín.
La ikurriña ondea por primera vez en años en el Consistorio
Ayer se iniciaron en Pamplona, con el tradicional chupinazo, las concurridísimas fiestas de San Fermín.
Miles de pamploneses y visitantes se enfrentaron ayer al sofocante calor que azota a la capital navarra para seguir en la plaza del Ayuntamiento el tradicional chupinazo que abre cada año las fiestas de San Fermín.
Por delegación del alcalde de la ciudad, Joseba Asiron, de EH Bildu, los encargados de prender la mecha fueron Javier Aranegui, del Orfeón Pamplonés, que cumple este año su 150.º aniversario, y Chantal Estrada, de la peña La Veleta, que fue la que introdujo la ves- timenta blanca y roja en las fiestas.
La apertura de las fiestas estuvo marcada por la colocación de la ikurriña, por primera vez en muchos años, en el balcón de la Casa Consistorial junto a las banderas oficiales (Pamplona, Navarra, España y Unión Europea), un hecho que la delegación del Gobierno en Navarra recurrió ayer mismo en el juzgado de guardia por considerar que “va en contra de la legalidad vigente”, aunque el alcalde ha sostenido que se trataba de una deferencia hacia tres parlamentarias vascas invitadas al chupinazo.
Con el estallido en el cielo, la música comenzó a sonar por toda la ciudad con la misma rapidez que los miles de personas dispuestas a bailar cualquier ritmo, entonar cualquier canción o beber y comer. A todos ellos el alcalde los animó a vivir estos sanfermines “con plenitud, con muchísimo respeto y en buena convivencia”.
Por su parte, la nueva presidenta del Parlamento foral, Ainhona Aznárez, de Podemos, se manifestó en favor de que los sanfermines transcurran “en igualdad, en libertad y respetando que el no es no”, en alusión a las agresiones sexistas.