La Vanguardia (1ª edición)

Cuba reclama Guantánamo como condición para normalizar relaciones

Los dos países reconocen graves obstáculos en su búsqueda de convivenci­a

- FRANCESC PEIRÓN

La imagen del izado de la bandera de Cuba en Washington precedió a otro momento histórico. En el Departamen­to de Estado, el anfitrión, el secretario John Kerry, recibió a su homólogo, el canciller Bruno Rodríguez.

Otro hito entre dos países vecinos que “también pueden ser amigos”, como sostiene el presidente Obama. Pasar de las buenas palabras requiere mucho más que un ejercicio verbal. Diversos políticos se mostraron contrarios a la iniciativa de la Casa Blanca. Marco Rubio, aspirante republican­o en la carrera presidenci­al, ya ha anunciado que “acabaría con las relaciones diplomátic­as con una tiranía comunista antiestado­unidense”.

Uno de sus competidor­es, Jeb Bush, sostuvo que “Obama se equivoca con sus prisas por restablece­r las relaciones con Cuba”. En su cuenta de twitter indicó que “esta embajada sólo sirve pa- ra legitimiza­r aún más a un régimen represivo”. El tercero de la dinastía Bush remarcó que “necesitamo­s un presidente que vaya a La Habana sólo en solidarida­d con un pueblo cubano libre”.

Algunos republican­os ya han expresado su voluntad de bloquear el nombramien­to del futuro embajador en La Habana, todavía sin nombre, como ocurre también en el lado cubano.

En la rueda de prensa conjunta, Kerry remarcó que el restableci­miento de relaciones bilaterale­s –“el nuevo principio”– no significa “el fin de nuestras diferencia­s”. Pero matizó: “hoy empezamos a reparar los daños”. Según su visión, “el proceso de normalizac­ión requiere paciencia, pero, a la larga, se demostrará los beneficios para todos, para los cubanos y para los estadounid­enses”.

La respuesta de Rodríguez resultó bastante más beligerant­e en la reivindica­ción. Tras elogiar a Fidel Castro, a la resistenci­a del pueblo cubano y la valentía del presidente Obama, el canciller formuló su lista de peticiones.

“El fin del bloqueo económico y comercial, la devolución del territorio ilegalment­e ocupado de Guantánamo, el respeto a la soberanía nacional cubana y las compensaci­ones por los daños humanos y económicos a nuestro pueblo son los puntos cruciales para normalizar las relaciones”.

Kerry sostuvo que el presidente Obama ya ha reclamado al Congreso que acuerde levantar el bloqueo. “No podemos ser prisionero­s del pasado”, sentenció hace unas semanas el presidente.

Al resto de reclamacio­nes, sin embargo, Kerry dio largas. La negociació­n aún no ha llegado a ese territorio, que “despierta fuertes sentimient­os entre los cubanos”.

La decisión sobre Guantánamo emerge como uno de los principale­s escollos. Otro asunto complejo es determinar esas compen-

La Habana cifra en más de 116.880 millones los perjuicios por el impacto del embargo

saciones económicas, por ambos lados. Cuba cifró en un informe del 2014 en 116.880 millones de dólares –al valor actual– los daños totales del embargo. El Departamen­to de Estado eleva a unos 7.000 millones de dólares, al cambio de hoy, los bienes estadounid­enses incautados por el Gobierno de Fidel Castro.

“Son cuestiones que despiertan fuertes sensacione­s en los cubanos, como las que causa la defensa de los derechos humanos entre los estadounid­enses porque es algo de nuestro código genético”.

Rodríguez matizó que, entre unos y otros, “existen diferencia­s profundas sobre la concepción de los derechos humanos”.

Al izarse la bandera, y frente a la reclamació­n de unos, Tighe Barry, estadounid­ense, hacía su reflexión: “En este país tenemos graves problemas de derechos humanos, pero nos metemos con los de los otros porque nos consideram­os más importante­s”.

 ?? RAMON ESPINOSA / AP ?? Javier Yáñez, un vecino de La Habana Vieja, celebrando ayer la apertura de embajadas con las dos banderas en su balcón
RAMON ESPINOSA / AP Javier Yáñez, un vecino de La Habana Vieja, celebrando ayer la apertura de embajadas con las dos banderas en su balcón

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