Rankings importantes y orientativos
LA Universitat de Barcelona aparece en el lugar 116 de entre las más de mil mejores universidades de todo el mundo; la Universidad Complutense está en el puesto 228 y la Autònoma de Barcelona en el 241, tal como se informa hoy en la sección de Tendencias. ¿Ocupan unos puestos dignos? ¿O estamos ante una clasificación decepcionante y debemos preocuparnos? La respuesta depende de varios factores. En este caso, la puntuación recibida por la UB y el resto de las universidades españolas proviene de un informe serio realizado por el Center for World University Rankings (CWUR), que en sólo tres años ha conseguido hacerse un hueco en la difícil valoración de la calidad universitaria.
El estudio analiza distintos conceptos, cuestión que permite calibrar con ponderación la nota obtenida. Que exista este tipo de clasificaciones es positivo, puesto que informan del nivel de los estudios que se imparten en las universidades, pero también del nivel de un país. Desde esta óptica, debemos considerar el papel que España desempeña en el plano internacional, no sólo el educativo. Los resultados en el ámbito universitario son, también, el reflejo de la fuerza social, política, empresarial, cultural y educativa de un país. Por ello, que la UB aparezca en el lugar 116 es más que positivo, y que entre los puestos 200 y 400 aparezcan las diez mejores universidades españolas, también, aunque es probablemente mejorable, sobre todo entre las que están en la parte inferior de la tabla.
Pero también es importante matizar que estas clasificaciones deben ser orientativas, deben entenderse como una forma más de tomar la temperatura a la realidad universitaria. Si la valoración se hiciera no a una universidad de forma global, sino teniendo en cuenta las facultades, nos encontraríamos con que la de Arquitectura y Construcción Ambiental de la Universitat Politècnica de Catalunya está en el puesto 22 a escala mundial, según el informe QS (otra forma de medir el éxito).
Es decir, tenemos facultades, en Catalunya y en el resto de España, que son de primer nivel. Como lo son muchos de los científicos que comandan puestos de primerísima importancia en la investigación mundial. Pero la presencia de estas figuras indiscutibles no esconde una realidad que sí destaca el informe del CWUR: falta proyección internacional, tanto en los trabajos publicados como en la obtención de premios por los estudios realizados, así como en el ejercicio de cargos en empresas de renombre internacional. Este sí es un ámbito en el que queda mucho camino que mejorar.