Detenido un joven en Jaén por espiar a través del móvil todo sobre su novia
Quería tener un control del cien por cien sobre su compañera. Comprobar en todo momento dónde y con quién estaba. Así que le regaló un teléfono móvil. Un regalo envenenado. La Policía Nacional ha detenido a un joven de 20 años residente en Jaén por instalar en ese móvil una aplicación que le permitía saber todo lo que hacía su compañera, de 27 años. Llamadas, mensajes, correos electrónicos, ubicación, cuentas corrientes... Incluso tenía acceso remoto a la cámara del aparato, lo que le permitía ver dónde se encontraba la mujer.
El juez decretó la libertad condicional con cargos para el detenido, al que le imputa un delito contra la intimidad de las personas y otro de violencia de género. “La mujer estaba sometida a un estricto control, lo que le provocó un desgaste psicológico grave”, confirman los agentes encargados de la investigación, quienes destacan la personalidad “celosa y manipuladora” del detenido.
La mujer consideraba que no era normal que él supiera determinadas situaciones que le sucedían en su vida cotidiana, por lo que intentó romper sus relaciones en varias ocasiones. Incluso los datos que el detenido obtenía le servían en ocasiones para ridiculi- zar a la mujer ante sus amistades o chantajearla emocionalmente. Los agentes destacan que no haber difundido esas circunstancias de manera pública le ha salvado de un castigo mayor.
Cuando por fin la chica consiguió abandonar el domicilio que ambos compartían en la capital, él le confesó: “Te voy a seguir controlando igual porque tengo pinchado tu teléfono”. Una frase que animó a la mujer a presentar denuncia ante la Policía que, tras investigar en el móvil, descubrió la aplicación espía.
Hace un año un policía nacional fue condenado a dos años y medio de prisión por un caso similar. El agente utilizó bases de datos ofi- ciales para espiar a su exmujer, además de para intimidarla. Los jueces le condenaron por un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Son situaciones que demuestran que las actitudes de dominio del hombre sobre la mujer van mucho más allá de la violencia física. Como asegura Belén Zurbano, investigadora de la Universidad de Sevilla, “ahora identificamos como violencia de género muchos fenómenos que antes estaban normalizados, y algunos de ellos siguen viéndose así. Son otras formas de violencia hacia la mujer que de momento no están consideradas dentro del concepto ni de las leyes de violencia de género”.