La gira de la eutanasia
Fantástico y melancólico 30 minuts (TV3) dedicado a la historia de la Orquestra Plateria. La aportación de estos músicos espléndidos tiene ramificaciones biográficas inconfesables que invitan a la sonrisa y a la amnesia selectiva. Eran una generación de hermanos mayores de adopción genuinamente barcelonesa, hijos insubordinados de un tiempo siniestro que supieron dinamitar con una sana y necesaria mezcla de temeridad, alegría y talento. LA ORQUESTA DE LOS HERMANOS MAYORES. El documental recoge la esencia de la historia de la orquesta. Y lo hace combinando documentos tan interesantes como la anécdota, ya conocida pero siempre agradable de escuchar, de la grabación del Pedro Navaja de Rubén Blades pero con imágenes de cosecha propia montadas con eficacia. No soy imparcial porque mientras los miembros de la Plateria tocaban y grababan discos, los de mi quinta los comprábamos y los íbamos a ver en casi todas las fiestas mayores y, cuando estábamos solos, cogíamos la guitarra e intentábamos imitar la voz singular de Manel Joseph. A quien desee sumergirse en más anécdotas de este tiempo y de esta orquesta y conocer detalles de un movimiento anarco-layetano importantísimo para entender la educación sentimental de mucha gente (y que ahora se despide con la gira que llaman “de la eutanasia”), les recomiendo el libro El nét del vigilant, de Manel Joseph (Edicions Els Llums). CULTURA HACKER. La serie Mr. Robot ayuda a entender mejor la llamada cultura hacker, que interfiere cada vez más en nuestras vidas y que explica el imperialismo tecnológico más allá de la publicidad. Identidades suplantadas o colectivizadas, consignas enmascaradas, activismos aparentemente revolucionarios que, en realidad, son pura conspiración o terapia psicológica de la desesperación y, en el horizonte, el poder omnipresente y orwelliano de las grandes y malvadas corporaciones. Que el protagonista sea un joven toxicómano atrapado por todo tipo de angustias lo equipara a los policías atormentados de True detective, aunque los códigos de autodestrucción que siguen los unos y el otro son diferentes. Huyendo de los estereotipos, Mr. Robot nos propone un protagonista morfinómano. Y, para entender los efectos y las dependencias de esta droga, introduce el relato de un episodio de abstinencia deliberadamente largo y alucinado. Para el espectador, la experiencia es insólita y contradictoria. Te instalas en el sofá a mirar una serie y seguir el argumento y de sopetón tropiezas con una especie de recreación aparentemente documental de un viaje psicodélico que recuerda la escena del LSD de Easy rider. Hace unos años, un editor me explicó que, por sistema, rechazaba todos los manuscritos en los que el autor describía un sueño. ¿Deberíamos hacer lo mismo con las recreaciones alucinógenas que pretenden pasar a la historia de la transgresión visual? Mientras hallamos la respuesta adecuada nos toca decidir si nos interesa más la fascinante descripción del mundo hacker como parte de un argumento prometedor, original y ambicioso o la crónica, mucho más flácida, del deterioro mental y físico del protagonista.
Los músicos de la Plateria pertenecen a una generación de hermanos mayores de adopción genuinamente barcelonesa