“Rodar en italiano es un sueño hecho realidad”
L l uí s Homar, a c t or , e s t r e na ‘ Mi f a mil i a i t a l i a na’
atención que padecieron. Expresan la reverencia a una figura masculina que no las ha atendido. Y la película trata de la toma de conciencia de esas mujeres de que son suficiente por sí mismas.
La vida sentimental de Saverio es casi la de Mastroianni.
Sí, Marcello o Vittorio Gassman, ese perfil de actor de un pueblecito en Italia que se convierte en estrella mundial. Pero el personaje es una suma, porque para Cristina Comencini era también la figura de su padre, Luigi Comencini, el famoso director de la llamada commedia all’italiana, cuya influencia pesa en ella.
Fue el último rodaje de Virna Lisi. Conmociona, pues no se la ve una mujer mayor o enferma.
Sí, rodamos hace justo un año y ella murió en diciembre. Tengo entendido que fue algo fulminante. No cabía imaginar algo así. Por eso Cristina le dedica la película.
Comparte reparto con Candela Peña, Jordi Mollà y Marisa Paredes... ¿Hacían pandilla los españoles del rodaje?
Sí, lo pasamos muy bien. Con Marisa había trabajado en Reinas, de Gómez Pereira, con Jordi, hace mucho, en el Teatre Lliure, pero a Candela no la conocía en persona
“Vemos ese universo femenino deslumbrado por un hombre que las ha desatendido”
y he tenido la oportunidad de hacerme amigo suyo. Estuvimos un mes en la Apulia, y estábamos los cuatro con Valeria Bruni y Virna Lisi en el hotel. Pasamos muy buenos ratos. Virna nos contaba anécdotas de su carrera, la relación con Jack Lemon y cosas así.
No es habitual verlo haciendo comedia.
He hecho poco. Pero esta es una comedia con unos personajes muy vivos, muy reales, una familia desestructurada. A veces parece que a la comedia se la trata como un género menor, pero es el género más difícil. Yo tenía que lograr que todo se disparase, pero no demasiado, para desnudar esa figura mítica, Saverio Crispo, y que ellas se emanciparan.
“Está inspirado en Mastroianni y también en Luigi Comencini, padre de la directora”