Nicolás de Lekuona, una obra completa pintada en cinco años
Una retrospectiva en Marc Domènech recuerda la breve trayectoria del artista
La biografía de Nicolás de Lekuona es breve. Su muerte fue trágica y especialmente absurda. Este artista vasco fue víctima de una chapuza militar propia de una farsa a la española o a la italiana, de una comedia negra de Berlanga y Azcona o incluso de un chiste bélico de Gila. Pero aquello fue una dolorosa realidad. En la Guerra Civil española le tocó luchar en el bando que no consideraba el suyo –el de Franco y los “nacionales”– y falleció a los 23 años de edad, ejerciendo de camillero en Vizcaya, bombardeado por la aviación fascista. Fue víctima del que oficialmente era su propio bando, aunque en realidad no lo era. Otra vuelta de tuerca al absurdo de la guerra.
La suya fue una trayectoria truncada, como la de muchos españoles. Lekuona murió a los 23 años y no a los 24 como se suele afirmar, pues nació el 19 de diciembre de 1913 y falleció el 11 de junio de 1937. Para comprender lo que significa su contribución artística hay que tener en cuenta que toda su obra la realizó tenien- do entre 19 y 23 años, un periodo que en un artista plástico contemporáneo se suele considerar de aprendizaje y tanteo. Ello explica el aspecto ecléctico y dispar de su obra. Es difícil imaginar lo que habría logrado realizar este artista de haber vivido una etapa de plena madurez.
Hay que matizar que una parte de esa diversidad se debe al carácter experimentador de Lekuona, que le llevó a expresarse con distintos medios: óleo, fotografía, collage, dibujo y fotomontaje, y en ocasiones también algún proyecto arquitectónico. Pero la notable variedad se debe además a una característica más generalizada en el ámbito de arte vanguardista español de los años 30 del siglo XX, que es la tendencia a mezclar, alternar o sintetizar conceptos y formas originalmente propios de movimientos artísticos que en otros países se consideraban diferentes o incluso opuestos. Esta actitud puede denotar tanto un eclecticismo superficial como, en algunos casos, una capacidad de síntesis y de liberación respecto a concepciones excluyentes o sectarias.
La exposición que presenta
contradas),
Galería Marc Domènech. Pje. Mercader, 12. Hasta el 25 de septiembre (agosto cerrado).